lunes, 18 de junio de 2012

PRENSA: De Jira por el Naranco contra la crisis


Díaz Merchán alude a los mineros en su homilía en el Sagrado Corazón y apela a la responsabilidad de políticos y empresarios


18/06/2012


Elena FERNÁNDEZ-PELLO


Desde la cima del monte Naranco, a la sombra del monumental Corazón de Jesús, el arzobispo emérito de Oviedo, Gabino Díaz Merchán, imploró ayuda para Asturias al cielo y a quienes, «por su poder económico o su responsabilidad social», tienen la posibilidad de prestarla. Que Dios y todos ellos saquen adelante la región, «con sus muchos problemas: falta de trabajo, crisis de la minería, de la agricultura, en la convivencia social», y con ella a toda Europa, acuciada por «la crisis económica y social». Ésa fue la oración del Arzobispo en la popular jira en el Naranco, que se celebra desde 1981.

A la misa popular asistieron unos 350 peregrinos, que siguieron la liturgia bajo un sol radiante. La pianista Purita de la Riva, una de las más fieles devotas del Corazón de Jesús, asegura que en estos 31 años, los que lleva organizándose la jira, su «emoción» no ha decaído. «Aumenta el número de personas que vienen a honrar al Señor y ésa es para mí una gran satisfacción», manifestó.





Los fieles empezaron a llegar temprano a la colina en la que se alza la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Unos lo hicieron andando, otros en su vehículo particular -que tuvieron que dejar en el aparcamiento, a los pies del monumento- y otros utilizaron los autobuses que salían, repletos, de la calle Conde de Toreno, uno a las diez y media y otro a las once y cuarto.



A mediodía, con un poco de retraso, comenzó la misa. Gabino Díaz Merchán la presidió y con él oficiaron el superior de los Jesuitas, Antonio España, y el sacerdote Francisco Gutiérrez, quien fue párroco de Caborana.

Desde Oviedo, andando, llegó un grupo de alumnos del Colegio San Ignacio de Loyola y, por primera vez, la Banda de Música de la Hermandad de los Estudiantes de Oviedo. «Nos propusieron participar», comentó Purita de la Riva, «y nos pareció que sería bonito». Dicho y hecho. Los músicos, con varios compañeros encabezando la marcha con estandartes y banderas de la cofradía, salieron en peregrinación a las ocho de la mañana desde la iglesia parroquial de San Francisco Javier de la Tenderina. Llegaron a la hora de la misa y la acompañaron con su música. Después, contó el costalero José Manuel Camporro, la hermandad tenía previsto compartir una comida campestre en el Naranco.

Gabino Díaz Merchán trasladó a los fieles la bendición del Arzobispo de la diócesis, Jesús Sanz Montes, y antes de comenzar la misa reconoció que el día anterior, el sábado, había dudado de que el tiempo acompañara la celebración. «Cuando miraba al cerro del Corazón de Jesús me parecía que hoy tendría que hacer como Moisés: subir a la nube». No fue así. Amaneció despejado y los únicos paraguas que se desplegaron en el Naranco se usaron para protegerse del sol.

Entre los participantes en la jira al Sagrado Corazón de Jesús estaba el concejal de Cultura de Oviedo, Jorge Menéndez Vallina, que dijo asistir «a título personal e institucional».

La lectura del Evangelio de San Juan del pasaje sobre la lanza en el costado de Jesús crucificado dio pie al Arzobispo emérito a reflexionar sobre el valor del sufrimiento. «Cuando sufrimos Dios nos ama», predicó Díaz Merchán y continuó hablando del amor de Dios y de la entrega de su Hijo.

Fue al final de su homilía y después de haber rogado por «las familias rotas o en peligro de ruptura» y por «los enfermos, los discapacitados y los ancianos» cuando el Arzobispo volvió la mirada a la actualidad económica y social y apeló a la ayuda divina y la responsabilidad humana para salir de la crisis que viven Asturias y los asturianos.

La Hermandad de los Estudiantes cambió las procesiones de Semana Santa por la peregrinación al Naranco. En la foto, su banda de música asciende por el monte camino al Sagrado Corazón.



No hay comentarios:

Publicar un comentario