lunes, 30 de julio de 2012

La Revolución de Juan Manuel Rodríguez Ojeda (1853-1930)




Juan Manuel Rodríguez Ojeda nació en 1853 y su labor como bordador y diseñador marcó la revolución en el mundo de la Semana Santa actual, labor que desarrolló desde 1874 hasta su muerte en 1930. Su labor se desarrolla en dos etapas, una primera de carácter restauracionista, de 1875 a 1900, donde el modelo romántico de sus palios y mantos (Lágrimas, Estrella, Victoria) fueron ejemplo a seguir y tuvo el culmen en el manto de malla de la Macarena (1900).

En una segunda, se vincula más con el regionalismo y costumbrismo, desde 1900 a 1930. En esta etapa surgen los mantos macarenos de malla y tisú, el clasicismo del palio del Mayor Dolor y Traspaso (Gran Poder) o de Ntra. Sra. de la Presentación (Calvario). También de gran importancia los palios de La Macarena, La Hiniesta o Dulce Nombre para culminar con el de La Amargura.


Si a esto sumamos su diseño de la túnica de capa, el atuendo de hebrea de las Dolorosas en Cuaresma, el uniforme de los armaos, los tocados de las Vírgenes o el diseño de la corona de la Macarena, podemos hablar de la Revolución de Juan Manuel, siempre refiriéndonos a la Semana Santa.

D. Juan Manuel Rodríguez Ojeda demostró siempre su especial devoción por la Esperanza Macarena, a cuya imagen y hermandad dedicó gran parte de su vida, ostentando el cargo de prioste en su cofradía entre los años 1877 y 1884 y cambiando su "forma de vestir" a la Virgen.

Comenzó a vestir a la Macarena con otro aire, con el manto cogido en la cintura, con toca de sobre manto, con tocado amplio, con corona de ráfaga semicircular, y no ovoide.

Desde 1888 hasta 1900 es mayordomo de esa hermandad. En ese tiempo borda la primera túnica del Señor de la Sentencia y diseña el palio negro que bordaría su hermana Josefa, siendo de los últimos años de este período una de sus obras más importantes: el manto de malla de la Macarena.

Rodríguez Ojeda desempeña el puesto de conciliario desde 1901 hasta 1916, y en ese tiempo realiza su obra cumbre: el palio rojo, realizado en 1908. Al año siguiente borda una nueva túnica para el Señor de la Sentencia; y posteriormente continúa como asesor artístico hasta 1930, año de su muerte, fecha en que la Virgen estrena su manto de tisú.

Hablaremos ahora de sus diseños:

La túnica de capa:

A finales del siglo XIX, concretamente en el año 1888, salía a la calle la primera cofradía de capa, con un estilo diferente. Llamada así porque sus hermanos vestían túnicas sin cola y con capas. Fue en la sevillana Hermandad de la Macarena y se debió al diseño del genial bordador Juan Manuel Rodríguez Ojeda.

Juan Manuel utilizó terciopelo para el antifaz, bajó la altura del capirote a 80 cm y diseñó una capa semicircular. Aquello supuso toda una revolución. Impresionó tanto que muchas cofradías históricas de cola, se pasaron a la capa. Frente al penitente esbelto de cola y fajín de esparto con alto capirote (110 cm), aparecía ahora el penitente elegante de capa y cíngulo, guantes y medias blancas y capirote bajo.

En la fotografía se puede ver a Joselito "el Gallo" con la túnica de la Macarena en la primera década del S.XX.

Es sabido por todos que las cofradías antiguas utilizaban túnicas de cola con fajín de esparto. Los colores más utilizados eran el negro, el morado en sus tres variantes --morado carminoso, morado leonado y morado cambur-- y el blanco de lienzo crudo. Y esto se daba en Andalucía occidental posiblemente porque todas las cofradías se regían por el Consejo de Castilla. De ahí su uniformidad.

Pero además de la túnica de cola y la de capa, en el siglo XIX se empezó a usar la túnica blanca con antifaz de color y fajín de esparto, la cuál se conoce con el apelativo de túnica romántica.



El palio “de forma”:

José Manuel Rodríguez Ojeda, excepcional dibujante y bordador, diseña también el nuevo paso de palio, el llamado de forma, porque las bambalinas no son rectas. Utiliza el terciopelo de color, intercala el bordado con la malla que a partir de él se hace más simétrico, crea la flequería de bellota, los cordones de borlas en los varales. Frente al paso de palio de cajón, el paso de palio de forma.

Palio de forma


Palio de cajón



El palio azul de la Amargura:

Además de sus obras para la Hermandad de la Macarena, abarcó múltiples facetas, que demuestran la grandeza y la capacidad aleatoria de su talento.

El bordador tenía la extraña virtud de prodigarse sin nunca repetirse, creaba novedades que pasmaban y que arrasaban, superando los cánones en boga, aunque también cuando el quería o la propia personalidad de las hermandades se lo imponía sabía mantenerse dentro de unos patrones más tradicionales.


En realidad hay cierta obra Juanmanuelina que es la que indudablemente, marca un nuevo programa dentro de la estética cofradiera.

Una obra donde por así decirlo, dejó trazado el guión de sus formas más airosas y singulares: El Famosísimo Palio Azul creado en 1902 para la Virgen de la Amargura de San Juan de la Palma (Sevilla).

Esta obra viene a ser en el lenguaje procesional, una mejora de los esquemas hasta entonces inexistentes, un hallazgo pleno, rotundo y absoluto, un adelanto de todo lo que vendría después.
Con razón los cronistas de la época, saludaron unánimemente a este palio azul como el que "de verdad" vino a romper los moldes decimonónicos, inaugurando un nuevo reinado para la gracia sevillana.

Copiamos textualmente de una Revista Cofradiera las palabras del Académico José Guillermo Carrasquilla, heredero artístico del propio Juan Manuel: "El trazado de las bambalinas, terminadas en punta, supuso una verdadera innovación, modelo para mucho de los posteriores".

Todo lo que tenían otros palios suyos posteriores ya lo dejó Juan Manuel Rodríguez Ojeda perfectamente intuido, expresado y definido en el Palio Azul de la Amargura de 1902, Corte, Crestería, Ritmos Curvilíneos, Celdas acabadas en punta, Corona y Escudo frontal, Flecos de Madroños, además el bordador sabía adaptarse a todo y en todo ponía el sello propio.

Y no hay que regatearle a la Hermandad de la Amargura, dicho mérito pues aunque vendiera pieza tan Magnífica a otra ciudad (como hicieron, desgraciadamente muchas cofradías), ello no modifica ni altera en nada su carácter "Pionero", ya que con esta obra Juan Manuel Rodríguez Ojeda inició un nuevo estilo.

En 1908, seis años después de este palio de la Amargura, Juan Manuel Rodríguez Ojeda hizo un Hermoso Palio Rojo para la Macarena.

En los Años 20 el Palio y el Manto de la Virgen de la Amargura fue vendido a la Hermandad del Desconsuelo de Jerez, que actualmente lo sigue llevando en su estación del Martes Santo.


Por todas estas maravillas, solo podemos decir: Gracias D. Juan Manuel Rodríguez Ojeda, por haber revolucionado la Semana Santa, porque sin tí, María Santísima, no luciría como ese rayo de luz que nos deslumbra día a día.



Bibliografía:
Exposición "Rodríguez Ojeda: La Semana Santa de la Gracia". Carlos Colon Perales. Diario de Sevilla 2001
También es interesante consultar la entranda "José Manuel Rodríguez Ojeda" en:

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