29.03.10
Los 774 kilómetros que separan a Oviedo de Sevilla, ahora parece que son menos. Ni era la Macarena, ni La Borriquita, sino la iglesia de San Francisco Javier y el Cristo de la Misericordia, pero ayer la Semana Santa ovetense parecía más sevillana que nunca. Se encargaron de conseguirlo los cuarenta costaleros que llevaron la imagen a costal, con las trabajaderas sobre el cuello. Era la primera vez que en Oviedo, en Asturias, y «en todo el norte de España» se veía algo así. Y durante seis horas.
En ese tiempo realizaron un recorrido de cerca de un kilómetro desde la parroquia de La Tenderina hasta la plaza de La Catedral, pasando por la avenida de Torrelavega, Azcárraga, Jovellanos, San Juan y la Catedral donde el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, recibió la procesión. La vuelta, para recogerse en San Francisco Javier, por el Tránsito de Santa Bárbara y San Vicente hasta llegar a su destino. En al Antiguo fue el momento más emotivo: los costaleros llevaron la imagen de rodillas y delante de Santa María La Real de La Corte se encontró con la Virgen de La Amargura. Los hermanos de la cofradía del Silencio la bailaron acompañados por la tuna universitaria, y un poco más abajo, Los Estudiantes entregaron flores a las Pelayas.
La procesión que ayer abrió la Semana Santa es la más joven, comenzó hace cuatro años y es una de las más populosas. Unos 200 cofrades de la hermandad y 40 costaleros portaron al Cristo de la Misericordiahasta las once de la noche. El alcalde siguió a Los Estudiantes, que le dieron una medalla de la cofradía.
En la madrugada del Viernes Santo, volverán a salir. Será con una procesión nueva, con el Señor de la Sentencia, tallado por el imaginero de la localidad jienense de Torredonjimeno, Miguel Tirao Carpio.
Diario "EL COMERCIO":
SOIS LOS MEJORES Y LOS MÁS VALIENTE. PARA MI NO HAY NADA MEJOR QUE PERTENECER A HERMANDAD
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