Los Estudiantes subieron de nuevo la cuesta de la Vega y atravesaron el Antiguo en la procesión del Prendimiento, hasta dejar su paso en la capilla de la Universidad
El paso de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia se detiene a saludar a las Pelayas, en la calle San Vicente. | miki lópez
15.04.2014
Elena FERNÁNDEZ-PELLO La Hermandad de los Estudiantes emprendió ayer, por segundo día consecutivo, el ascenso de la cuesta de la Vega. Enfilaron la calle Azcárraga, una de las más empinadas de la ciudad, y en menos de tres minutos una veintena de cofrades colocó la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia ante el monasterio de San Pelayo, entre aclamaciones y aplausos. En ese tramo del recorrido, que duró más de dos horas, fue donde más personas se congregaron para observar las evoluciones de la procesión del Prendimiento. Allí y en la plaza de Feijoo, donde una multitud pudo contemplar las evoluciones del paso ante la iglesia de Santa María La Real de la Corte. La procesión duró algo más de un par de horas y terminó cuando el paso fue depositado en la capilla de la Universidad de Oviedo, en la calle San Francisco, después de atravesar el casco histórico.
El paso de Jesús de la Sentencia había salido de la iglesia de San Francisco Javier de la Tenderina hacia las ocho de la tarde, y pasadas las nueve llegaba a Azcárraga. Su avance por el casco histórico fue lento, tanto que los miembros de la Hermandad de Caballeros Legionarios, que lo precedían, parecía que lo habían perdido al llegar a la Corrada del Obispo.
Mientras los uniformados hacían tiempo charlando y dejándose fotografiar con la cabra que les sirve de mascota, los cofrades mecían a hombros la imagen del Sentenciado. La base del paso estaba cubierta de claveles rojos lanzados por los fieles a lo largo del recorrido. Fueron tantos que en algunos tramos quedó un rastro de flores y pétalos.
Los cofrades descansan apoyados en el paso; entre ellos, tercero por la derecha, Llavona. Miki López
Entre los cofrades que cargaban las andas estaba presente, como en los últimos años, el portavoz del Grupo municipal de Foro, Andrés Llavona, con gesto esforzado y de recogimiento, como el resto de sus hermanos de fe.
Ayer la carga era más liviana que la del día anterior, en la que los cofrades habían subido la Vega cargando a costal el paso del Santísimo Cristo de la Misericordia. Había también menos gente esperando la procesión, aunque los que salieron a su paso ocuparon el sitio con sobrada antelación: cuando el paso aún estaba en la plaza Feijoo ya había gente sentada en la calle San Francisco, esperando su entrada en la Universidad, que abrió sus puertas para el recibimiento un cuarto de hora antes de las diez. Las manolas enlutadas y con sus mantillas seguían a los caballeros legionarios, y en torno al paso desfilaban agentes de la Guardia Civil, sacerdotes y, como colofón, la banda.
Diario "LA NUEVA ESPAÑA":
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