El recuerdo del hermano recientemente fallecido marcó la marcha de seis horas
05.06.2016
Á. FIDALGO. "¡Por Oli, al cielo!". Con esta exclamación comenzó la procesión extraordinaria del Cristo de la Misericordia, titular de la Hermandad de los Estudiantes, que protagonizó en la tarde de ayer un acto de fe durante casi seis horas por las calles del casco antiguo de la ciudad.
La salida, desde la iglesia de San Francisco Javier de la Tenderina, fue aún más emotiva, porque recordó al hermano recientemente fallecido, Miguel Ángel Oliver, "Oli", integrante de la Agrupación Musical "San Salvador", de los Estudiantes. Su viuda y sus hijos fueron reconfortados por el director espiritual de la hermandad, Alberto Reigada: "Pedimos al Señor que esté participando de su gloria", señaló.
Después, la procesión, con el paso del Cristo de la Misericordia llevado por costaleros, siguió la ruta programada: subida de la Cuesta de la Vega, saludo a los distintos conventos que se encontraron en su recorrido, preces en la Catedral y el Tránsito de Santa Bárbara, que los costaleros cruzaron a rodillas.
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