lunes, 13 de marzo de 2017

Prensa: Savia nueva para los Estudiantes


Entre los 80 nuevos cofrades que juraron ayer las reglas de la hermandad había doce niños, el más pequeño, Manuel Remis García, de once meses


Ángel FIDALGO - 13.03.2017

"Bajo la protección de María: Dios lo quiere". Así terminaron ayer su juramento los ochenta nuevos cofrades de la Hermandad y Cofradía de los Estudiantes de Oviedo, y lo hicieron durante la celebración de su función principal, en la iglesia parroquial de San Francisco Javier de la Tenderina, su sede canónica. 


Pero lo verdaderamente importante es que doce fueron niños. El más pequeño de todos los nuevos cofrades fue Manuel Remis García, de tan sólo once meses. Ellos son la savia nueva y también el futuro de la joven Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Misericordia, Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, María Santísima de la Esperanza y San Francisco Javier, "los Estudiantes", que se fundó el 18 de diciembre de 2007, y que ya pasa de los novecientos cofrades. 



Todos los niños, mientras se acercaban al altar mayor para pasar a ser caballeros y damas cofrades de los Estudiantes, recibieron una gran ovación de los cientos de fieles que llenaban el templo. Pero tal vez el más largo e intenso le correspondió a la pianista ovetense Purita de la Riva, cuando recibió el reconocimiento de hermana distinguida de los Estudiantes. Lógicamente estaba emocionada. 

Igual le ocurrió cuando le llegó el turno a Raimundo Pedro Cortés, el incansable fotógrafo cofrade, en el momento de recibir el diploma de hermano distinguido. 

La emoción y la fe se palpaban en el ambiente, a lo que contribuyeron las notas musicales de la Agrupación Musical "San Salvador", y el traslado del Santísimo Cristo de la Misericordia por costaleros hasta el altar mayor. 

El sacerdote Luis Fernández, que sustituyó en la eucaristía del segundo domingo de la Cuaresma al párroco y director espiritual de los Estudiantes, Alberto Reigada, que asistía a un acto arzobispal, recordaba a los asistentes "la importancia que tienen los pequeños gestos con nuestros hermanos, como una sonrisa a tiempo a un desamparado". 


Y al final de la función principal, como siempre, la agrupación musical tocó el himno universitario "Gaudeamus igitur", y, por último, el Santísimo Cristo de la Misericordia fue de nuevo llevado por los costaleros hasta la entrada de la iglesia, mientras los asistentes entonaban "El novio de la muerte". Y es que los caballeros legionarios son los escoltas de la hermandad. 

Después, paellada en el interior de la casa de la hermandad.





























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