El presbítero pide defender el carácter cristiano de la celebración frente a «malentendidos»
F. B. / 3 abril 2017
La Agrupación San Salvador recorrió el centro urbano./MARIETA
Fue un viaje de cuatrocientos años, pero no por la duración de la misa que ayer abría la celebración de la Semana Santa avilesina, sino por el emotivo recorrido que su pregonero, el párroco de San Nicolás de Bari, Alfonso López, realizó sobre la historia de la celebración cuaresmal en la ciudad sin olvidar su dimensión eclesial. Unas palabras dirigidas a la vivencia cristiana de la Semana Santa que se cerraron con un aplauso como pocos pregoneros han recibido en San Nicolás.
Alfonso López recordó el fundamental papel de los franciscanos en la creación de la Semana Santa. Una evocación histórica en la que citó los problemas del Avilés del siglo XVII, con confesiones como las del párroco de San Nicolás que en 1661 lamentaba «las muchas interferencias de clérigos, religiosos, legos, hombres y mujeres». Una memoria que puso el valor en el papel de los hermanos franciscanos a quienes homenajeó con cariño.
Ángel Garralda, Alfonso López y Juan Antonio Blanco. / MARIETA
López no olvidó el papel actual de las cofradías, incluso con apuestas arriesgadas. Así, a mitad del pasado siglo, decidieron imponer los capuchones que, en los siglos previos nunca se habían usado, pero que transformaron la dimensión de la Semana Santa, ya que «el protagonismo pasaría del pueblo a las cofradías».
Con las parroquias como «custodios» de la celebración, López zanjó cualquier polémica al recordar que «nadie debe apropiarse de la Semana Santa. Las procesiones no son para las cofradías, sino que pertenecen al pueblo de Avilés que las ha conservado en su corazón desde el siglo XVII».
Por eso incidió en la dimensión religiosa de la Semana Santa, invitando a la unidad de las cofradías. «Las diferencias y roces son inevitables, pero no debemos hacer un mundo de ellas», afirmó. Pero la unidad no sólo es entre cofradías, también con sus parroquias, asegurando que la hermandad que reniegue de su dimensión cristiana terminaría convertida «en un club de amigos».
Desde esa dimensión cristiana, la vivencia de la Semana Santa obliga a un compromiso con el rostro de Jesucristo en la sociedad: los inmigrantes, las mujeres víctimas de violencia machista, los desfavorecidos, «las personas que por sus ideas o forma de vida piensan que no tienen cabida en la Iglesia», aseguró López.
De esta manera, unió historia y fe para apelar a la vitalidad de la celebración. «No podemos permitir que cuatro malentendidos arruinen lo que ha costado siglos conseguir. No podemos permitir que los que han llegado ayer -y no sabemos si tendrán un mañana- cuestionen lo que durante más de cuatrocientos años hemos realizado por las mismas calles de Avilés», afirmó.
Como recordó el pregonero, «ya se huele la Semana Santa» y durante los próximos días seguirán los actos previos antes de celebrar Domingo de Ramos. Ayer por la tarde la Agrupación Musical San Salvador realizó un pasacalles y un concierto en la ciudad.
Y hoy lunes, tres de abril, la iglesia vieja de Sabugo acogerá, a partir de las ocho de la tarde, la presentación del libro de Marta García Sarabia dedicado a 'Jesucristo Superestar' y se clausurará la exposición.
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