viernes, 12 de mayo de 2017

Anécdotas del Costal: La Madrugá más dura del capataz Juan Antonio Álvarez "El Pollero"


Con dignidad y desconsuelo a la vez, Antonio "El Pollero" nos cuenta el trago más amargo que vivió debajo de un paso. Aquel año, con Adame, había trabajado Los Panaderos y Los Caballos y de la Madrugá le tocó el paso de palio de la Virgen de la Presentación de la Hermandad del Calvario. Fue una sorpresa para él, pues pensaba que iría al Cristo.

En ocasiones, los capataces de antes mandaban de las traseras de Cristo a las delanteras de palio. La "corría" fue dura, durísima, y el paso ganó la pelea. El personal llegó castigado y durante el recorrido, más de uno, abandonó su sitio en las trabajaderas. La desbandada llegó hasta tal punto, que una vez dentro de la Iglesia y consultado el prioste sobre el sitio exacto para dejar el palio, los costaleros tuvieron que decirle al capataz que no podían moverlo ¡No quedaban más que ocho costaleros bajo las trabajaderas!

Virgen de la Prensentación del Calvario
(Fotografía: ABC)

Entre los que quedaban y algunos nazarenos por fuera agarrando las zambranas, medio arrastraron el paso hasta donde quedaría colocado al final. Fue en pequeños tirones, al unísono de "a la de tres", y con no poco sacrificio, lograron dejarlo colocado.



Besamanos a la Virgen de la Presentación
(Fotografía: Joaquín Galán)

Cuando Antonio pudo atravesar los faldones hacia afuera, se santiguó y rezó un padrenuestro por seguir entero, después del generoso esfuerzo. Desde entonces "El Pollero" procura no cruzarse con ese paso en la calle. Más por respeto a aquella "corría" que por otra cosa.



Fuente: ¡Venga de Frente! de Juan María Gallardo
ABEC editores
Fotografías: ABC y El Correo 

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