Solemnidad de Todos los Santos

El día 1 de noviembre es la Solemnidad de Todos los Santos, y es de tal importancia que prevalece sobre el Domingo. Se trata de una popular y emotiva fiesta católica, que al evocar a quienes nos han precedido en el camino de la fe, gozan ya de la vida eterna. En este día tan especial celebramos a todos aquellos que ya disfrutan de la visión del Padre Celestial, hayan sido o no declarados santos o beatos por la Santa Madre Iglesia.

Hay que destacar que la santidad consiste en vivir y cumplir los mandamientos. Como dice la canción de Monseñor Cesáreo Gabaráin Azurmendi: “El santo no es un ángel, es hombre en carne y hueso que sabe levantarse y volver a caminar. El santo no se olvida del llanto de su hermano, ni piensa que es más bueno subiéndose a un altar. Santo es el que vive su fe con alegría y lucha cada día pues vive para amar”. Por lo tanto, se hicieron santos por los medios que también nosotros podemos emplear, y que por los méritos de Jesucristo se nos ha prometido la misma gloria que ellos gozan en el Cielo.

Es importante en este día tan destacado para toda la Iglesia Católica, pararnos a pensar  en todo el bien que Dios ha dado a la humanidad por medio hombres y mujeres plenos de santidad, que fieles a la voluntad divina y fieles a su amor fueron testigos del Reino del Señor. 

"Caeli enarram gloriam Dei"