Antonio Castillo Lastrucci, escultor-imaginero religioso que nació en Sevilla en 1882 y murió en la ciudad que lo vio nacer en 1967, a los 85 años de edad. Su obra es muy valorada y es extensa por toda Andalucía y otras regiones españolas. Está considerado uno de los más grandes escultores imagineros del siglo XX.
Inició su aprendizaje como discípulo del escultor Antonio Susillo cuyo taller estaba en la calle donde vivía Antonio. Enseguida mostró una gran destreza en las tareas que le encomendaba. Cuando tuvo la edad adecuado ingresó en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Sevilla.
En su juventud ganó varios premios como escultor y en 1915 la Diputación Provincial de Sevilla le concedió una beca para estudiar en los museos de París y Roma, pero por culpa de la Primera Guerra Mundial solo pudo estudiar a París, y después, continuó en Madrid ampliando conocimientos.
En su primera etapa, como escultor, instala un pequeño taller en la industria sombrerera de su padre, donde abarca todo tipo de géneros y técnicas con una intensa actividad. (relieves, bustos, grupos escultóricos, y toros ).
En 1922 la Hermandad de la Bofetá de Sevilla le encarga la construcción de las imágenes del Misterio de Cristo ante Anás. Al año siguiente las siete figuras del misterio salen el Martes Santo y el éxito fue enorme, recibiendo todo tipo de halagos, llegándole el reconocimiento popular a los cuarenta y un años.
Al acabar la Guerra Civil (1936-1939) se dedica de lleno a realizar imágenes procesionales, la mayoría para restituir imágenes destruidas durante los sucesos de la Segunda República y la Guerra, para hermandades de Sevilla, Andalucía y otras regiones y ciudades españolas. En Sevilla es el escultor que más imágenes realiza para su Semana Santa.
Es tanto el trabajo que tiene que tiene que formar discípulos, algunos de ellos fueron destacados como sus propios hijos Manuel y Antonio, además de José Ovando, Antonio Eslava, Rafael Barbero y José Pérez Delgado.
Dentro de su amplia gama imaginera, destacan los 37 crucificados que realizó entre 1935 y 1964, cada uno con su propio sello y expresando divinidad, relajación, serenidad y dulzura, característica propia del autor que evitó el dramatismo y el exceso de sangre en sus imágenes. Su producción global es superior a 450 imágenes.
Su carrera profesional fue reconocida con homenajes y premios: Tuvo dos homenajes en vida por su dedicación a las cofradías sevillanas, uno fue en 1943 y otro en 1961. En el año 1963 le fue concedida la Orden de Alfonso X el Sabio, En 1966 le honran con nombrar una calle sevillana con el nombre de Imaginero Castillo Lastrucci y tras su fallecimiento le fue concedida la Medalla del Mérito al Trabajo.
Sus restos mortales, descansan en la Parroquia de San Julián de Sevilla, sede canónica de la Hermandad de la Hiniesta. El grupo escultórico de la Piedad, obra de su autoría, preside el mausoleo donde está enterrado.
Sus restos mortales, descansan en la Parroquia de San Julián de Sevilla, sede canónica de la Hermandad de la Hiniesta. El grupo escultórico de la Piedad, obra de su autoría, preside el mausoleo donde está enterrado.
Fuente: Sevillanos Ilustres
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