lunes, 2 de abril de 2012

PRENSA: Los Estudiantes, de récord


La cofradía universitaria sorprende a la multitud con un derroche de entrega para subir a paso ligero la cuesta de la Vega en la mitad de tiempo que de costumbre


Costaleros aupando al paso la figura del Cristo de la Misericordia. 



Pablo GONZÁLEZ

Cinco de la tarde en la parte alta de la capital. Luce el sol. Camino de los barrios del Noroeste no hay mucho movimiento. Unos padres viendo cómo su hijo juega en los columpios, un octogenario sintonizando el «Carrusel deportivo» y un par de «colegas» en busca de nuevos horizontes donde proseguir con el vermú torero, que tiene pinta de haber empezado horas antes. Poco más. Es Domingo de Ramos y el latido de la ciudad se ha trasladado a otras latitudes. Concretamente, a la iglesia de San Francisco Javier, de la Tenderina.


Enfilando el punto más alto de la avenida de Torrelavega comienza a oler a incienso. Al fondo de la calle se avista un gran paso de Semana Santa coronado por un Cristo crucificado sobre un manto de claveles rojos. Es el comienzo de la primera procesión de la semana de pasión y muerte. Es el paso del Santísimo Cristo de la Misericordia, que desde hace seis años cuarenta costaleros de la Hermandad de Los Estudiantes cargan volcando el peso sobre su séptima vértebra cervical. Es la única cofradía del norte del país que lo hace así, cargando por cabeza más de treinta kilos sobre el «costal».

El paso ha comenzado a rodar al filo de las 18.45. Antes su escolta, una escuadra de legionarios gastadores -unos en activo en los tercios de Melilla y Ceuta; otros, ya en la reserva y pertenecientes a la Hermandad de Caballeros Legionarios de Asturias-, desfiló para sacar de la iglesia el Cristo de la Misericordia entonando «¡Soy el novio de la muerte!». Tras la maniobra de enclave de la imagen, todo quedó listo para iniciar la marcha hacia el corazón del Oviedo antiguo.

Y así los legionarios abren la procesión. En ella también se encuentran las fuerzas vivas, con el arzobispo, Jesús Sanz Montes; el alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, y su «número dos», Jaime Reinares, a la cabeza. La procesión también la compone un numeroso grupo de mujeres, de negro estricto y tocadas con peineta y mantilla, las denominadas «Manolas». Pero lo importante está en el corazón de la marcha. El hermano mayor golpea con el llamador y los costaleros vuelcan todas sus fuerzas en la primera «levantá». Surgen los aplausos de la gente que se concentra a cada lado de la calzada.

Mientras, la escolta de legionarios se detiene ante un portal de la calle Rafael María de Labra para rendir honores a un vecino, ya fallecido, que sirvió en el Sahara. En la ventana, una bandera de su tercio y su hijo recibiendo los honores. En el balcón de al lado una familia romaní mira con curiosidad la estampa. Con el cortejo enfilando la Tenderina alta, hay que hacerse a un lado por un golpe de realidad: en algún sitio hay problemas y dos coches patrulla de la Policía Nacional pasan quemando rueda.

Pero la procesión no se altera, y menos cuando está a punto de comenzar uno de los momentos más espectaculares del recorrido: la subida de la cuesta de la Vega. En el comienzo de la subida se agolpan los espectadores. Saben que va a suceder algo que no hay que perderse. Los costaleros llegan al inicio de la cuesta y cubren todo el desnivel a paso ordinario y de un tirón. La velocidad que imprimen es tal que a más de uno del público le cuesta mantenerla. Lógico. El cronómetro señala que el recorrido hasta lo alto de la calle Jovellanos ha durado siete minutos. Casi la mitad que en la procesión del año pasado. Todo un récord.

Aunque a los cofrades todavía les queda un largo trecho. Son casi las siete de la tarde. Y aún faltan la ofrenda en la capilla de la Balesquida y un acto en la Catedral, para otro plato fuerte. Es el tránsito de la calle Santa Bárbara. Los costaleros hincan la rodilla para atravesar la estrecha callejuela. La multitud rompe el silencio con sus aplausos. Una prueba más de que la procesión sigue sumando adeptos y ya es una de las más multitudinarias que se celebran en la ciudad. Otro récord.


DIARIO "LA NUEVA ESPAÑA":
http://www.lne.es/oviedo/2012/04/02/estudiantes-record/1222472.html



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