miércoles, 1 de agosto de 2012

El Ecce-Homo de Noreña, tres imágenes para una misma devoción


A lo largo de la historia de la localidad asturiana de Noreña, tres imágenes de Jesús con la Cruz camino del Cólgota han recibido la devoción de los fieles bajo la advocación de "Ecce-Homo". De la primera imagen se tienen ya noticias en 1819, la segunda data de 1901, siendo la última de 1954.


En el Archivo Parroquial de Noreña se hace referencia a esta primera imagen del Ecce-Homo en 1819. También consta en un documento que con motivo de celebrar la festividad del Santísimo Cristo de La Soledad, el día 17 de septiembre de 1820, se estrenó una cruz de plata, por lo que se bajó el Cristo a la Iglesia y se subió en procesión el día de la fiesta, siendo este el origen de la tradicional procesión del Ecce-Homo. Terriblemente, durante el amanecer del 25 de junio del 1901, manos desaprensivas prendieron fuego a la capilla del Santuario y la imagen quedó carbonizada.


La segunda imagen fue donada el Obispo Fray Ramón Rodriguez Vigil y su realización tuvo lugar en la ciudad de Valencia. Estuvo en Noreña desde 1901 hasta el 28 de agosto de 1936, fecha en que fue pasto de las llamas a causa los actos anticatólicos de la Guerra Civil (1936-1939). Esta es una nefasta anécdota, las dos primeras imágenes del Nazareno noreñés desaparecieron por causa de incendios provocados, y no sería hasta mediados del s. XX cuando Noreña volviera a tener una nueva imagen del Ecce-Homo.


La última imagen del Ecce-Homo (1954-55) es obra de Gregorio Galán del Amo, y se caracteriza por ser una réplica de Nuestro Padre Jesús de la Pasión de Sevilla. En la anterior fotografía podemos observar al actual Ecce-Homo de Noreña, sobre su paso iluminado con candelabros de guardabrisa. Ante la imagen del Nazareno, está una representación de la Hemandad y Cofradía de Los Estudiantes y de la Agrupación Musical San Salvador de Oviedo, dicha representación formó parte del cortejo procesional del pasado 9 de septiembre del 2011, dónde se trasladó en procesión, a la imagen del Ecce-Homo desde la Capilla de la Soledad hasta la Iglesia parroquial.

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