viernes, 14 de septiembre de 2012

La Exaltación de la Cruz en la Tenderina



Altar de la Cruz de Mayo 2012
(Fotografía: José Luis Montamarta)


Mañana 14 de septiembre, a las 19:30 horas se celebrará la festividad de la Exaltación de la Cruz en la Parroquia de San Francisco Javier de la Tenderina, en la que participará la Hermandad de Los Estudiantes. Esta festividad como bien se refleja a continuación se remonta al siglo VII gracias al emperador Heraclio.



Hacia el año 320 la Emperatriz Elena de Constantinopla encontró la Vera Cruz, la cruz en que murió Nuestro Señor Jesucristo, La Emperatriz y su hijo Constantino hicieron construir en el sitio del descubrimiento la Basílica del Santo Sepulcro, en el que guardaron la reliquia.

Años después, el rey Cosroes II de Persia, en el 614 invadió y conquistó Jerusalén y se llevó la Cruz poniéndola bajo los pies de su trono como signo de su desprecio por el cristianismo. Pero en el 628 el emperador Heraclio logró derrotarlo y recuperó la Cruz y la llevó de nuevo a Jerusalén el 14 de septiembre de ese mismo año. Para ello se realizó una ceremonia en la que la Cruz fuellevada en persona por el emperador a través de la ciudad. Desde entonces, ese día quedó señalado en los calendarios litúrgicos como el de la Exaltación de la Vera Cruz.

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La Santa Misa será oficiada por el párroco y director espiritual de la Hermandad de Los Estudiantes, D. Alberto Reigada Campoamor quien a su termino, como en años anteriores, entonará el canto litúrgico “Victoria, tú reinarás” y se dirigirá al encuentro de la veneradísima imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia, titular de la Hermandad de los Estudiantes, para proceder a continuación a un solemne besapies.


Santísimo Cristo de la Misericordia
(Fotografía: José Luis Montamarta)

¡Victoria! ¡Tú reinarás!
¡Oh Cruz, tú nos salvarás!
  
El Verbo en ti clavado
muriendo nos rescató,
de ti, madero santo
nos viene la redención.

 Sobre esta tierra oscura
derrama tu claridad,
oh Cruz, fuente fecunda
de amor y de libertad.

Tu luz señala el rumbo
al pobre que descarrió;
tus brazos lo conduzcan
al puerto de salvación.

Tus brazos nos reúnan
en ronda de caridad,
con todos los hermanos
que buscan en ti la paz.

La gloria por los siglos
a Cristo libertador,
su cruz nos lleve al cielo,
la tierra de promisión.


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