lunes, 22 de julio de 2013

La Magdalena y su clavel rojo, símbolo de su bando


Aunque los historiadores señalan 1837 como la fecha en la que toma cuerpo el Bando de la Magdalena, como consecuencia de las disputas políticas entre conservadores y liberales en las elecciones de aquel año, mucho antes ya existía un intenso fervor intramuros de la Villa de Llanes hacia Santa María Magdalena.


Santa María Magdalena


La imagen de la Perla de Betania era venerada en su capilla, que fue templo parroquial en la época medieval (se construyó entre los siglos XII y XIV) e incluso sus alrededores eran conocidos como Barrio de la Magdalena, lo mismo que una parte de la calle Mayor llevó también el nombre de la Santa.

Capilla de La Magdalena

Pero es desde la primera mitad del siglo XIX cuando podemos decir que existe como tal el Bando y comienza a recuperar tradiciones como la Hoguera y la Salea e incorpora, poco a poco, piezas folclóricas que se han conservado hasta nuestros días.

Altar de la Capilla de la Magdalena

El Bando de la Magdalena es un celoso guardián de tradiciones que se remontan incluso a fechas anteriores a la creación del mismo, como ocurre con la famosa Hoguera de la Magdalena del día 21 de julio. Con algunos pequeños cambios para adaptarse a los tiempos, cuando la noche cae sobre Llanes un enorme eucalipto se quema junto a la Capilla, mientras los mozos y mozas del Bando forman un círculo en torno a las llamas y cantan la Hoguera y el Rodeo. Antes, en uno de los momentos más esperados por los llaniscos durante todo el año, los hombres del Bando ataviados con el traje de porruano, la habrán transportado a hombros por las principales arterias de la Villa.



El día grande, el 22 de julio, todos los simpatizantes del Bando visten sus mejores galas y, poco después del mediodía, acompañan a la Santa en procesión desde la Basílica hasta su Capilla, donde descansará hasta el año venidero.




Hacia las 8 de la mañana se anuncia la Fiesta con una salva de doce voladores o cohetes. Luego a las 10.30 acuden las aldeanas y porruanos y demás miembros del Bando a recibir a la Banda de Música. Y acompañados por ella al compás del Pasodoble del Bando, comienza el Pasacalles por la Villa de Llanes, hasta terminar en la Capilla. Ahí en la Plazuela de la Magdalena se van reuniendo todos los participantes y público en general y a las 11.30 comienza el traslado de la imagen de La Magdalena hacia la Basílica para la celebración de la Misa Solemne. Este traslado que se produce desde 1885 quizás se debe a dos causas: en primer lugar, para dar una mayor relevancia a la Misa Solemne, y en segundo lugar porque la Capilla no cuenta con el aforo suficiente para los fieles que acuden a la Misa Solemne.


El traslado se realiza en procesión. Las aldeanas se sitúan en dos filas a lo largo de la Calle Mayor; les preceden “Los Ramos” que son la ofrenda de pan en forma piramidal, adornados con flores, ramas y lazos de colores; son portados por niños y jóvenes de bando. La Santa es sacada en andas adornada con profusión de claveles rojos, y es precedida por el estandarte del Bando (que es una pintura sobre seda natural y bordado en hilo de oro). En el instante que la Santa sale de la Capilla, la Banda de Música interpreta el Himno Nacional. Una vez formada la Comitiva la Imagen y los sacerdotes que oficiaran la misa se colocan en la parte trasera en un lugar preferente. Delante de la Santa marchan en grupo los porruanos. La procesión transcurre por la Calle Mayor, sube por Posada Herrera hasta la Basílica. La procesión se forma de la siguiente manera: primero la abren una cruz flanqueada por dos ciriales portados por monaguillos, continúan los Ramos (5-6), el Estandarte del Bando portado por un porruano y cuyas borlas las llevan los niños, luego las aldeanas (siempre de menor a mayor), los porruanos, dos niños con los remos (en recuerdo de la Salea y de la tradición marinera de la Santa), La Magdalena flanqueada por horquilleros, detrás los sacerdotes, cerrando la comitiva, la Comisión del Bando y la Banda de Música. Este ordenamiento de la procesión ha variado, pues en 1925 el orden se describe de la siguiente manera: en primer lugar los Ramos, seguidos por Gaita y Tambor, a continuación las aldeanas, luego el grupo religioso compuesto por la Cruz y los Ciriales, el Estandarte, la Imagen de la Santa y el Clero cerrando la comitiva, la Banda Militar que interpretaba el Himno de la Magdalena (op. cit. “El Pueblo”, 25 de julio de 1925, nº 1122).


Ahora volvamos a la procesión. Una vez llegada las aldeanas a la plaza de la Basílica, se colocan formando dos hileras de respeto y devoción hasta la llegada de la Magdalena, en ese momento dejan de tocar la pandereta y la ponen en alto haciéndola sonar a modo de salutación; a todo esto se une la interpretación del Himno Nacional cuando entra la Santa a la Basílica. Una vez dentro es colocada a la derecha del altar, pero no el presbiterio, sino en el ábside de la derecha sobre las andas. Los Ramos que la precedían se forman en hilera en la nave lateral derecha, y el Estandarte se coloca a la izquierda del altar apoyado en una pilastra, de modo que ése y la Santa son visibles a todos los fieles. Las aldeanas y los porruanos se colocan en los bancos cercanos al altar.


La Misa Solemne es concelebrada por tres sacerdotes y cantada por la Schola Cantorum de Llanes que interpreta a lo largo de la ceremonia los himnos y composiciones exclusivas del Bando. Los Evangelios son leídos por una aldeana que se coloca en el presbiterio a la derecha del altar. La homilía está dedicada a Santa Mª Magdalena. En el instante de la elevación, la Banda de Música que está situada en el exterior de la Iglesia, vuelve a interpretar de nuevo el Himno Nacional y suena una salva de cohetes. Una vez finalizada la Misa se forma de nuevo la procesión de la manera anteriormente descrita, pero con la salvedad de que ahora las aldeanas son mucho más numerosas y se colocan en filas de a tres. También destacaremos que el recorrido es más largo: sale de la puerta principal, se dirige a la calle de Posada Argüelles, para girar en la plaza de Sta. Ana a enlazar con la Calle Mayor (que es el feudo del Bando), recorre toda la Calle Mayor hasta la altura de la calle de Manuel Cué, hasta el Paseo del Muelle y gira a la derecha apareciendo en la calle Mercaderes que la recorre hasta la altura de la Calle Mayor, desde ahí sube hasta la Plazuela de la Magdalena y finaliza en la Capilla. En ese momento se depositan los Ramos y la Imagen.





Una vez colocada la Santa en la Capilla sobre sus andas (y no en el altar) se remata la mañana del 22 de julio con un Festival Folklórico, en la Plaza del Muelle. Allí se bailan las danzas propias del Bando: comenzando por el Ofrecimiento de Ramos, “La Habanera de la Magdalena”, “La Jota de La Magdalena”, “Danza del Señor San Pedro”, “Jota de Villahormes”, “El Fandango de Pendueles”, “Jota del Cuera”, “Jota de Cadavedo”, “La Enredadera”, “Pericote Infantil”, y se cierra el Festival con el “Pericote”, interpretado por los componentes del Bando.


Una vez finalizado se forma la “Danza de San Joaquín”, que es una variedad de la Danza Prima. Se va danzado y cantando hasta llegar de nuevo a la capilla. A los 8 días de la fiesta se celebra la Octava, que es una misa en la Capilla por los difuntos del Bando.




Como dice la letra de uno de sus cantares cantares:

“olvida la amarga pena y alégrate, corazón, que viene la Magdalena derramando a manos llenas, contento y animación”.



¡Viva la Magdalena!
¡Viva Llanes!

  
  

Información y fotografías extraídas de:
http://www.22dejulio.com
http://www.llanes.com
http://www.llanesalavista.com
http://www.elcomercio.es



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