domingo, 1 de septiembre de 2013

Fue Noticia: El Arzobispo donará a Cáritas una parte de su sueldo mensual



Sanz Montes confía en que su gesto de «solidaridad» anime a otros a seguir su ejemplo l El prelado ofrece «oración y colaboración leal» al Gobierno que preside Javier Fernández






COVADONGA (CANGAS DE ONÍS),
9/09/2012 PABLO GALLEGO

Inspirado por el Papa Benedicto XVI, que en mayo de este año propuso que las familias se ayudasen entre ellas para resistir los envites de la crisis económica, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha decidido predicar con el ejemplo. En la basílica de Covadonga, ante la Santina, durante la celebración del Día de Asturias y frente a las primeras autoridades del Principado, el franciscano anunció que «cada mes» donará a Cáritas una parte de su sueldo. Será, dijo, un «gesto de solidaridad cristiana con los que menos tienen», y durará «un año, o más». Al menos, añadió, «hasta que las familias más desfavorecidas no miren la crisis económica y moral que nos asuela como una maldición de la peor desdicha».


Sanz Montes no especificó qué cantidad de su sueldo -unos 1.500 euros mensuales- irá a parar a esta asociación humanitaria católica. Personal del Arzobispado aclaró que sería una parte «importante», «para provocar la sensibilidad de la gente y que aporten lo que tienen que aportar». Para que otros den «el paso» que el Arzobispo, inspirado por el Papa, dio ayer. Concretamente fue el tercero, tras entregar en 2010, también a Cáritas, su nómina de tres meses en solidaridad con el sector minero, y donar a «los más desfavorecidos» su paga extra de las pasadas Navidades. Sanz Montes explicó que quiere unir su esfuerzo al de «tantas iniciativas de personas e instituciones que están haciendo lo que sus posibilidades les permiten». Una forma, reconoció, de que sus palabras «no queden en un discurso de solidaridad retórica, a veces "clericalona"».

El anuncio de Sanz Montes fue casi el punto medio de una celebración que comenzó, a las doce del mediodía, en la basílica de Covadonga, y terminó, más de dos horas después, frente a la imagen de la Virgen en la santa cueva. Además de la curia, los actos religiosos del Día de Asturias reunieron en el santuario mariano a los principales representantes de las instituciones del Principado. Tras el adelanto electoral del pasado mes de marzo y el cambio de Gobierno, el socialista Javier Fernández llegó por primera vez a Covadonga como presidente. A él le ofreció Sanz Montes su «oración y colaboración leal, para la gestión de usted y de su Gobierno».



       Sobre estas líneas, el abad de Covadonga, Juan José Tuñón, y el arzobispo rezan ante la Santina.



El jefe del Ejecutivo siguió la celebración sentado en la primera fila de bancos, a la izquierda del Evangelio, junto al presidente de la Junta, Pedro Sanjurjo; el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo; el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González, y el consejero de la Presidencia, Guillermo Martínez. A sus pies, cinco reclinatorios que ninguno utilizó. Sí lo hicieron la presidenta del PP, Mercedes Fernández, y el diputado popular y vicepresidente segundo de la Junta, José Agustín Cuervas-Mons, sentados detrás, junto a la diputada del PSOE Adriana Lastra. Cerca, la parlamentaria de Foro Marina Huerta. Más allá, el vicerrector de Planificación Económica de la Universidad de Oviedo, Santiago Álvarez, que representó al rector; el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Ignacio Vidau; el fiscal superior, Gerardo Herrero, y los mandos militares.


Devoción por la Santina

En una ceremonia larga, con abundante música -de la escolanía de Covadonga y de la orquesta de cámara de antiguos escolanos- y en la que el frescor de la basílica no lograba mitigar del todo el calor -el sol brilló con fuerza ayer en Covadonga-, Sanz Montes destacó los siglos de devoción mariana por la Santina. «Son profundas las rodadas en los caminos que suben a Covadonga», rememoró el Arzobispo, y «en este claroscuro y agridulce presente, aparecen este valle de Covadonga y la santa cueva de la Santina». A ambos Sanz Montes les otorgó el poder de «abrir el horizonte, llenar nuestra mirada del verde amable de una esperanza cierta, y en la roca impasible herir su dureza dándonos un cobijo en medio de todas nuestras intemperies».

Frente al drama del desempleo y la tormenta perfecta de la crisis económica, el prelado animó a los fieles que llenaron la basílica a «salir con respeto» al encuentro con los demás, «dejando atrás «nuestros miedos, nuestros rencores, nuestros egoísmos». Si no es así, sentenció, «jamás podremos construir algo que valga la pena, algo que sirva para el bien común y el bien personal». En una homilía más social que teológica, Sanz Montes tomó prestadas palabras del Papa para pedir a los políticos que «no prometan cosas que no puedan realizar y no busquen sólo votos para ellos», como «responsables del bien de todos».

Con la ofrenda de los frutos del campo a la Virgen, comenzó la última parte de la celebración en la basílica, con una mención especial al sacerdote tevergano Santiago Lorido García, fallecido de forma repentina, a los 35 años, hace apenas dos semanas. Las aldeanas esperaban ya fuera, para iniciar el camino hacia la santa cueva con la imagen procesional de la Santina. En el santuario esperaba la otra imagen, la que domina el valle del Auseva desde su recién restaurado altar entre la roca. A los pies de la Santina, Sanz Montes pidió «paz en el mundo, respeto a toda dignidad humana, una justa distribución de la riqueza y un trabajo respetable para quien carece de él».


La ofrenda del ramu y las aldeanas del Oriente ponen color a la celebración en Covadonga

Eran un centenar, pero parecían muchas más. Las aldeanas que acompañaron la imagen de la Santina desde la basílica hasta la santa cueva pusieron la nota de color en la celebración del Día de Asturias en Covadonga. Ataviadas con el traje regional del Oriente y con las panderetas adornadas con cintas de los colores del concejo de Llanes -rojo y verde-, las aldeanas empezaron la jornada con una muestra de bailes regionales en la explanada frente a la basílica -no faltó el Pericote llanisco-, y la terminaron en la procesión hacia la cueva.

Durante la ofrenda en el interior del templo, las aldeanas hicieron sonar, acompañado con las panderetas, el toque de tambor típico y las estrofas, adaptadas para la ocasión, que acompañan las celebraciones de las fiesta patronales en el oriente de Asturias. El grupo lo componían aldeanas de Posada de Llanes, Vibañu y Rales, pueblos por los que, remontando primero el río Bedón y después el río de las Cabras, se puede llegar a los parajes de Covadonga.

Vestidas de fiesta y tocadas con el pañuelo tradicional y al toque del tambor, las aldeanas presentaron a la imagen de la Santina el ramu, hecho con roscas de pan y flores, y adornado también de verde y rojo. Llevaban días practicando en el Colegio Don Orione de Posada de Llanes, centro de reunión en las jornadas previas a la celebración en Covadonga.

En dos filas y sin dejar de tocar, las aldeanas acompañaron a la imagen procesional de la Virgen de vuelta a la santa cueva, hasta las mismas escaleras de acceso al altar de la Santina.




Diario “La Nueva España”:
http://www.lne.es/asturias/2012/09/09/dia-asturias-solidaridad/1295603.html

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