domingo, 26 de marzo de 2017

Prensa: «Me enamoré de La Esperanza de Los Estudiantes»

El periodista Álvaro Ojeda narra durante el pregón de la cofradía la historia de su padre, que se «dejó la salud por la Semana Santa»

La bendición de las nuevas imágenes de la Hermandad. / MARIO ROJAS


ROSALÍA AGUDÍN, 26 marzo 2017.


Álvaro Ojeda y la polémica suelen ir de la mano. El periodista y 'youtuber' ha hecho vídeos criticando situaciones que no le parecían correctas y a algunos partidos políticos como Podemos por tener ideas en contra de la Iglesia. Ayer mostró su faceta más sentimental durante el pregón de la Hermandad de los Estudiantes, que se celebró en el Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo. En él se emocionó hablando de su padre y relató cómo cada año se involucraba en la semana más importante del año. «Sacaban la imagen sin un duro y se dejaban la salud. Gracias a gente como él, en España se siguen haciendo las procesiones de la forma más bella que hay».


Tal era la pasión de sus primogénitos por estos siete días de penitencia y de resurrección, que Ojeda ha heredado alguna de sus costumbres. «Nací, me crié y moriré con ella, pero padre hoy te pido perdón por no ser costalero, aunque soy un nazareno de los raros porque no tengo barba», ironizó.

A pesar de no cargar con las imágenes durante la Semana Santa, mantiene lo que su madre le ha enseñado: guardar silencio cuando va camino de la iglesia de donde salen sus pasos, aunque este hecho le ha dado más de un disgusto. «El año pasado, una niña me pidió una estampita, pero no se la pude dar y pensé que si el señor era justo, me reencontraría con ella».

Asimismo, destacó que adora la Semana Santa jerezana, pero desde el viernes comparte la pasión que siente por su ciudad con Oviedo. «En la noche del quinto día de esta semana me enamoré de la esperanza de la Hermandad de los Estudiantes». Antes de empezar el pregón, una docena de agentes de la Policía Nacional custodiaban el edificio histórico de la Universidad. Se esperaba una manifestación en contra de este acto, pero finalmente no hubo que lamentar altercados.



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