lunes, 1 de mayo de 2017

Mayo 2017: Santa María, Reina de los Cielos, flor de flores...



El mes de mayo es el mes de las flores y por supuesto el mes de Santa María, siempre virgen. En el orbe católico ha prevalecido la bella y laudable costumbre de consagrar este mes todo entero a Ella, la Santa Madre de Dios y Reina de los Cielos.







Dedicar el mes de mayo a María Santísima es una devoción popular arraigada desde hace siglos: la poesía "Ben vennas Mayo" de las Cantigas de Santa María, Alfonso X el Sabio nos muestra que ya existía en la Edad Media, al menos en España. La Santa Madre Iglesia la ha alentado, por ejemplo, concediendo indulgencias plenarias especiales y con referencias en algunos documentos del Magisterio, como la encíclica "Mense Mayo" de Pablo VI en 1965. “El mes de mayo nos estimula a pensar y a hablar de modo particular de Ella –decía san Juan Pablo II en una audiencia general al empezar el mes de mayo en 1979-. En efecto, este es su mes. Así pues, el período del año litúrgico, [Resurrección], y el corriente mes llaman e invitan nuestros corazones a abrirse de manera singular a María”.


















Una vez más, el Prioste y Vestidor de la Hermandad y Cofradía de Los Estudiantes, D. Ígor Freijoó, ha sido el encargado de ataviar tan bellamente a la Esperanza de Oviedo, que tiene su Capilla en la Parroquia de San Francisco de Asís, en la Plaza de la Gesta. Si bien su indumentaria hace referencia al mes de Mayo, el mes de la flores, hay un signo distintivo de duelo, el rosario negro que lució durante la Cuaresma y la Semana Santa, debido a la muerte de D. José Luis Sánchez, Canónigo de Covadonga y hermano de Los Estudiantes.


BAJO LA PROTECCIÓN DE MARÍA
¡DIOS LO QUIERE!

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