martes, 27 de marzo de 2018

Prensa: Devoción sobre el costal

Los Estudiantes cargan por primera vez con la imagen de Jesús de la Sentencia sobre el cuello, y no a hombros, durante la procesión que abrió la Semana Santa ovetense



Félix Vallina 27.03.2018 | 

La Hermandad y Cofradía de los Estudiantes se echó ayer todo el peso de la devoción sobre el costal. Esa fue la principal novedad este año durante la procesión del Prendimiento, que los costaleros cargaron con los casi mil kilos de la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia sobre la cerviz, y no a hombros como venía siendo habitual en años anteriores. "¡Al cielo artistas!, ¡Al cielo con el Rey de Reyes!", gritó Iván Rodríguez-Zapico, capataz del paso, para dar el pistoletazo de salida a una procesión que se alargó durante más de dos horas y media y que sirvió para aliviar el golpe que supuso la suspensión de la del Cristo de la Misericordia, que tenía que haber salido el domingo -al igual que la de La Borriquilla- y no lo hizo a causa del temporal de lluvia que azotó a Asturias.



La hora de salida estaba fijada para las ocho de la tarde, desde la iglesia de San Francisco Javier de la Tenderina, pero los fieles tuvieron que esperar unos veinte minutos más para ver salir la imagen. Los costaleros la sacaron de rodillas de una nave cercana porque el paso no sale por la puerta si lo hacen de pie. En la plaza que hay junto al templo, decenas de personas aguardaban impacientes el inicio del recorrido, muchas de ellas con claveles rojos en las manos para ofrecérselos al Cristo. Esas flores tendrán protagonismo durante la noche del jueves al viernes, ya que se utilizarán durante "La Madrugá", sin duda una de las procesiones más esperadas de la Semana Santa ovetense.

A lo largo de todo el recorrido, los treinta costaleros que portaban el paso -en esta ocasión ataviados con un tocado para proteger la cabeza y el cuello- tuvieron que emplearse a fondo para las llamadas "revirás", la técnica que se utiliza para llevar el paso por las calles estrechas y con giros peligrosos para su integridad. Lo hicieron al ritmo de la música de los tambores y del sonido de las palmas del público, que acompañó a la imagen durante todo el recorrido.

Pero uno de los puntos más concurridos fue la cuesta de la Vega, en la calle Azcárraga. Allí, los costaleros realizaron una "chicotá", que no es más que afrontar la pendiente a mayor velocidad para que el paso no se quede parado. Lo hicieron a paso de legionario y alguno de los presentes llegó a emocionarse. "Es una de las procesiones más bonitas de Oviedo. Todos los años traigo claveles para pedirle al Cristo por la salud de toda mi familia", explicaba Olga Alda, que acudió a la procesión junto a su amiga Carmen Rodríguez. Otra de las novedades de este año fue que la comitiva hizo una parada ante la Casa Sacerdotal para saludar a los religiosos. A eso de las once menos cuarto, el paso ya estaba en la capilla del edificio Histórico de la Universidad de Oviedo, desde donde partirá la procesión de "La Madrugá" el Viernes Santo.


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