jueves, 24 de mayo de 2018

Sevilla y sus Costaleros del siglo XVII



La historia de los costaleros es larga y a veces no bien conocida. En cuanto al famoso y antiguo dibujo de los costaleros que quedó en la catedral hispalense, en el libro "Cristo andando por Sevilla" de D. José María de Mena, publicado en el año 1992, nos encontramos los siguientes párrafos:

Allá por los años del siglo XVII, un pintor italiano que pasó por Sevilla, contempló con sorpresa el extraño atuendo de unos hombres que con un saco o costal vacío, enrollado y puesto sobre la cabeza y el cuello, portaban un paso o andas, en las procesiones. Copió a lápiz estas figuras para llevarlas a Italia y darlas a conocer. Debió trazar estos retratos abocetados para ilustrar una explicación o crónica sobre la procesión del Corpus Christi. Sin embargo, podemos deducir que no eran costaleros del Corpus, sino de Semana Santa, porque la ropa que llevan se compagina más con el clima todavía invernizo de marzo que con los calores extremados de junio. 



La lámina dibujada por el pintor italiano presenta tres costaleros, en distintas actitudes y desde distintos puntos de vista, de frente y de perfil. Al pie del dibujo escribió: «Fachini che conduceno la custodia del Stmo. Saccrmto. nella procesione che si fa in Siviglia il giorno del Corpus Domini»; texto que claramente no está destinado ilustrar un texto en Sevilla sino fuera de esta ciudad. Por motivos que no conocemos, la lámina quedó en la catedral sevillana y no llegó nunca a su destino. Ahora, recientemente, el equipo de restauración dirigido por el profesor Teodoro Falcón Márquez, y las pintoras restauradoras María Domínguez y Domínguez-Adame y Capataces y Elisa Pinilla Pinilla, han encontrado este valioso documento gráfico, y lo han salvado gracias a la cuidadosa restauración.

Los costaleros sevillanos son una pieza esencial del conjunto de la Semana Santa sevillana. Sin ellos, que transportan los pasos, no existirían las procesiones, o no alcanzarían el esplendor que tienen. Los costaleros, cuyo nombre se deriva el costal de lienzo que utilizan como almohadilla para cargar sobre la cerviz el enorme peso de los pasos, proceden de los cargadores del puerto. Ellos transportaban desde los barcos al muelle aquellos valiosos cargamentos que venían de Indias, enormes fardos de pieles, de seda, de canela, de especias. Pero también ellos habían de cargar y estibar en los barcos, mercancías voluminosas y delicadas, muebles, máquinas, telares, prensas de imprimir, y altares para las iglesias que se construían en el Nuevo Mundo. Este tipo de transporte exigía dos cualidades, el esfuerzo muscular, y la delicadeza y precisión de movimientos de las piezas transportadas para no sufrieran golpes que pudieran deteriorarlas. Ambas cualidades son las que permitieron a los costaleros (faquines los llama el pintor italiano), asumir el exquisito trabajo de llevar los voluminosos pasos procesionales, por las estrechas calles de Sevilla, y meterlos y sacarlos por la angostura de las puertas de los templos, en un increíble alarde de precisión milimétrica, para que no rocen con las paredes, ni con las jambas y los arcos de las iglesias.

En la obra "Sevilla en el siglo XVII" (1983) también se habla del dibujo de los costaleros con texto explicativo en italiano "El dibujo representa la figura de tres costaleros de los que conducen la custodia de Arfe, en la festividad del Corpus Christi; sin la firma ni fecha, pero por las características de sus trajes se puede situar a finales del Siglo XVII o principios del siglo XVIII; y por la forma del dibujo se le puede atribuir a Lucas Valdés. Hasta el presente es el testimonio gráfico más antiguo de la actividad de los costaleros en Sevilla. El dibujo se acompaña de una leyenda escrita en italiano, ya indicada, cuya traducción al castellano seria: "Los cargadores que llevan la Custodia con el Santísimo Sacramento en la procesión que se hace en Sevilla el día del Corpus Christi".



Allá por el siglo XVII como en nuestros días, los costaleros tienen la misma importancia para la Semana Santa de Sevilla, ser los "cirineos" de Cristo, ser los pies de la santidad, una función importantísima para poder seguir evangelizando en la calle, año tras año, siglo tras siglo,... durante la Semana de Pasión y en la innumerable cantidad de salidas procesionales de Gloria.


Bibliografía:

Cristo andando por Sevilla. Claves para entender la Semana Santa Sevillana
José María de Mena
Plaza & Janes Editores, 1992



Sevilla en el Siglo XVII
Dirección General de Bellas Artes 
Ministerio de Cultura, 1983

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