jueves, 19 de julio de 2018

Prensa: En la Macarena son verde Esperanza


Se ha creado un mantra, más falso que Judas, sobre que la Macarena es una hermandad fascista porque en la basílica está enterrado un general franquista

Por JAVIER MACÍAS, 19 de julio de 2018 

Luis León le decía a su tropa que por sus venas corría sangre verde. En las filas macarenas los hay azules, grises y rojos, pero sobre todos los colores prima el verde. A los únicos a los que rinden honores los macarenos en la basílica son al Señor de la Sentencia, a la Virgen de la Esperanza y a la Virgen del Rosario. Por eso es muy injusto la nube que se ha asentado encima del templo donde habita la Macarena. Una nube que es un mantra, más falso que Judas, que ha creado cierto sector ideológico sobre que la Macarena es una hermandad fascista porque en la basílica está enterrado un general franquista.


Yo conozco muchos macarenos de derechas, macarenos de izquierdas y macarenos de centro. Y todos ellos acuden a rezar a la que es su casa sin pararse en esa pequeña capilla situada a la izquierda de la basílica nada más entrar, donde unas lápidas recuerdan que allí están enterrados, sin mayor distinción, Gonzalo Queipo de Llano y su mujer Genoveva. Porque sí, aunque muchos de los que se manifiestan con banderas y lemas ante el atrio no hayan entrado nunca a la casa de la Esperanza, la hermandad de la Macarena eliminó cualquier alusión franquista en esas tumbas. Y todo ello, sin que ninguna administración pública le diera con la Ley en la cara.

Nadie va a descubrir ahora la figura de aquel hombre que reposa en la basílica. Todos sabemos las atrocidades que se cometieron por uno y otro bando en los años previos a la guerra, durante la contienda y tras ella. Todos nos solidarizamos con los hijos y los nietos de todas las víctimas de aquel conflicto, ya fueran del bando nacional o del republicano. Pero hoy, en pleno siglo XXI, no se le puede exigir a las generaciones que no tuvieron responsabilidad alguna en aquellos momentos que paguen por los errores de sus antepasados.

La Macarena enterró con honores a Queipo porque, como hermano, hizo mucho por la hermandad. No está enterrado allí por su labor como general franquista. Pero, independientemente de ello, la hermandad tiene asumido que cumplirá con la Ley cuando la autoridad competente se lo exija, cosa que no ha ocurrido. Y hasta que eso no pase, hasta que el comité técnico no dicte su sentencia, no se le puede reprochar a la hermandad absolutamente nada, más aún cuando su hermano mayor, al igual que el anterior, ya aseguró que será sensible con la Ley, pero también respetando el deseo de la familia, que también tendrá algo que decir.

Que no dé ahora el vicepresidente la Junta un capotazo a las presiones políticas intentando poner la pelota en el tejado de la hermandad de la Macarena. La patata caliente la tiene él y su gobierno. Ya le tocará el turno a la Macarena. Mientras tanto, el único ejército que desfilará delante de la tumba será el de los macarenos que van a encontrarse con la Esperanza. Y ese ejército tiene sólo un color: el verde.




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