Conmemorando la festividad de
Santiago Apóstol, patrón de España, la priostía de la Hermandad de Los
Estudiantes de Oviedo ha vestido para esta ocasión a María Santísima de la
Esperanza de “Peregrina”. Pues esta tierra de Asturias ha estado, está y
estará, estrechamente ligada al Camino de Santiago.
Por la provincia asturiana pasan dos caminos que nos conducen al sepulcro de Santiago Apóstol, el denominado como Camino Primitivo, recorrido por Alfonso II El Casto, con la visita previa a San Salvador, venerando las reliquias de la Catedral Ovetense, la Sancta Ovetensis, donde miles de peregrinos hacían una parada a la ida o a la vuelta de Santiago y el Camino de Santiago Norte o también llamado el Camino de la Costa, pues era utilizado por los peregrinos del Norte de Europa, que recorre la costa Cantábrica y se iniciaba en el punto, donde se efectuaba el desembarco marítimo. Por toda esta tradición peregrina, por la vinculación de Asturias y sobre todo a Oviedo, punto señalado en la peregrinación, la Esperanza de Oviedo ha cambiado su atuendo, siguiendo el de estos hombres y mujeres que un día siguieron los caminos que nos llevan hasta la tumba del apóstol.
María Santísima de la Esperanza "Peregrina" |
Por la provincia asturiana pasan dos caminos que nos conducen al sepulcro de Santiago Apóstol, el denominado como Camino Primitivo, recorrido por Alfonso II El Casto, con la visita previa a San Salvador, venerando las reliquias de la Catedral Ovetense, la Sancta Ovetensis, donde miles de peregrinos hacían una parada a la ida o a la vuelta de Santiago y el Camino de Santiago Norte o también llamado el Camino de la Costa, pues era utilizado por los peregrinos del Norte de Europa, que recorre la costa Cantábrica y se iniciaba en el punto, donde se efectuaba el desembarco marítimo. Por toda esta tradición peregrina, por la vinculación de Asturias y sobre todo a Oviedo, punto señalado en la peregrinación, la Esperanza de Oviedo ha cambiado su atuendo, siguiendo el de estos hombres y mujeres que un día siguieron los caminos que nos llevan hasta la tumba del apóstol.
Los elementos característicos de la indumentaria del peregrino jacobeo, según señala Luis Peregrino, se componía principalmente de: un sombrero de alas anchas,
redondeadas y recogidas para protegerse del sol y la lluvia; amplio abrigo, abierto
por delante, con el fin de facilitar el caminar y ceñido al cuerpo mediante un
cíngulo o cordón de esparto. Una esclavina, de piel, también llamada pelegrina
o pelegrin, procedente del término francés “pelerine” (capa) ; calzado fuerte,
propio para jornadas largas, consistente en una sandalias con dos tiras en la
parte anterior y una en la posterior que solían ser de piel ternero, muy
elástica y suela de madera o bien de cuero, según los medios de cada uno;
bordón, largo, y grueso, siempre con una altura por encima de la cabeza,
terminado en un regatón o contera metálica, para ayudarse en los pasos
difíciles y, eventualmente, ahuyentar animales poco amistosos y defenderse, si
era el caso, de los “gallofos”, denominación que se les daba a aquellos que se
dedicaban a asaltar a los peregrinos, siendo éstos generalmente de roble o
acebo y nunca o al menos en muy raras ocasiones, rematado por la curvatura
típica de la muleta ,a la que nos tienen acostumbrados, disponiendo como mucho
de un palo cruzado que le asemejaría a una cruz y al mismo tiempo les servía
para colgar la calabaza; el zurrón, para transportar las vituallas ,confeccionado
en piel de cordero; la escarcela, también llamada esportilla o pera , debida a
su forma, que era la bolsa para el dinero, la cual se cerraba por medio de una
tira de cuero en el borde de su parte superior y que a su vez se colgaba del
cíngulo; y la calabaza, que hacía funciones de cantimplora y que se solía
llevar colgada del bordón o también del cíngulo que rodeaba el abrigo. Todo
esto era inminentemente utilitario. Sin embargo, lo más característico de la
indumentaria jacobea sería, desde el siglo XI, la venera, vieira, concha o zamburiña
(pectum Jacobeus, en argot científico), que los peregrinos adquirían al llegar
a Santiago.
María Santísima de la Esperanza luce una pelegrina, un
sombrero y una escarcela de color rojo, pues es el color litúrgico de Santiago
Apóstol. Este atuendo es también característico de algunas Cofradías de Gloria
que tienen como advocación la de la Virgen Peregrina.
MADRE DE LOS PEREGRINO S
¡Ave María! Traes al mundo el amor,
Madre de los Peregrinos,
Madre del Pueblo de Dios.
Madre de los Peregrinos,
Madre del Pueblo de Dios.
María de la esperanza,
de la humildad y el amor,
atiende nuestras plegarias,
escucha nuestra oración.
de la humildad y el amor,
atiende nuestras plegarias,
escucha nuestra oración.
Hay muchos que se olvidaron
de la verdad y el amor,
hay muchos que están perdidos
buscando la luz del sol.
de la verdad y el amor,
hay muchos que están perdidos
buscando la luz del sol.
Hay pueblos que están en guerra
y almas que no tienen luz;
Madre, tu pueblo implora
que nazca otra vez Jesús.
y almas que no tienen luz;
Madre, tu pueblo implora
que nazca otra vez Jesús.
¡Qué lindo es sentir tan cerca
todo tu amor maternal!
Por las madres del mundo
hoy te queremos rezar.
todo tu amor maternal!
Por las madres del mundo
hoy te queremos rezar.
Simplemente magnífica, me encanta, enhorabuena a Priostia y a la Hermandad de los Estudiantes.
ResponderEliminarJuan P.
Esta preciosa!!!!
ResponderEliminarEsta muy bonita, gracias al vestidor por mostrarnos a nuestra Madre de Peregrina.
ResponderEliminarEnhorabuena Estudiantes, por la labor que realizáis durante todo el año.
Un saludo desde Málaga