viernes, 26 de septiembre de 2014

Música costalera: El "Himno a la Esperanza Macarena" con sabor maltés...




Por todos es sabido que la devoción a la Esperanza Macarena es universal, en todo el orbe católico podemos encontrar imágenes, estampas, oraciones... dedicadas a la Madre de Dios que desde su Basílica sevillana bendice y consuela al mundo entero, desde México hasta Filipinas. Una muestra de la devoción que se le tiene, y que a veces pasa desapercibida, es la gran popularidad que alcanzan fuera de España las composiciones dedicadas a la Señora de Sevilla. 

Himno de la Esperanza Macarena - Banda Re Ġorġ V, Mqabba (Malta)
(Fuente: Santa Marija Mqabba)


Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en la versión realizada por David Agius, para solista vocal y banda de música, del "Himno a la Esperanza Macarena", interpretada por Francesca Farrugia y la Banda del Rey Jorge V de Mqabba (Malta) en abril de 2014...y es que la devoción a la Macarena, no conoce fronteras, sobre todo en este país del Mediterráneo de fuerte tradición católica, y en dónde la Semana Santa ocupa un lugar muy importante entre las celebraciones anuales.


Francesca Farrugia y la Banda del Rey Jorge V interpretando el
"Himno a la Esperanza Macarena".
(Fuente: Santa Marija Mqabba)

Fue el día 18 de Diciembre del año 2000, Festividad de la Esperanza, cuando tuvo lugar el estreno del "Himno a la Esperanza Macarena" en la Basílica de la Señora de Sevilla. Su estreno procesional tuvo lugar en la Madrugá del Viernes Santo del 2001. Su música fue compuesta por el gran Abel Moreno Gómez, con letra original de Joaquín Caro Romero, la cual podemos leer seguidamente:

La Virgen de la Esperanza, 
entre Rosario y Sentencia, 
bajó del cielo a Sevilla 
para hacerse Macarena. 

Si el Arco es imán de fe, 
la Basílica es la flecha 
que apunta con la espadaña 
más allá de las estrellas. 

Eres la Madre de Dios 
y Dios en Ti se recrea, 
porque todas las virtudes 
las concentró en tu belleza. 

El verde de tu Esperanza 
le da a la parda estameña 
de Sor Ángela en sus hijas 
el amor de su promesa. 

La Virgen de la Esperanza, 
entre Rosario y Sentencia, 
bajó del cielo a Sevilla 
para hacerse Macarena. 

Desde que suenan maitines 
el macareno es varal 
y la mujer macarena 
una flor para tu altar. 

De San Basilio a San Gil 
cabe la Roma imperial 
y en tu camarín el gozo 
de la corte celestial. 

Señora de nuestra vida, 
razón de felicidad, 
gracias por bajar del cielo 
y por poderte llamar 
Macarena en este mundo 
y de aquí a la eternidad. 


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