Dos destacadas figuras de la Semana Santa de Asturias han visitado a la popular Cofradía del Cristo de la Clemencia en la Ciudad de Málaga. Estas son el sacerdote y párroco de la UPAP de Laviana, D. Luis Fernández Candanedo, importantísima figura de vital significación en la recuperación y promoción de procesiones y tradiciones cofrades de Laviana y El Condado. Y D. Ígor Freijoó González, conocido vestidor de la Hermandad de Los Estudiantes de Oviedo, entre otras corporaciones.
La Cofradía del Santísimo Cristo de la Clemencia y Santa María Madre de la Divina Providencia es una hermandad de culto y procesión malagueña, heredera directa dela antigua Cofradía Nacional del Santísimo Cristo Mutilado, la cual perteneció a la Agrupación de Cofradías y procesionó en la Semana Santa de Málaga.
La representación asturiana fue recibida en la Catedral malagueña por el Hermano Mayor de la Clemencia, D. Manuel Sánchez Salcedo, siendo Dª. Valentina Inmaculada Frey (muy vinculada con la Semana Santa de Asturias y Hermana de Los Estudiantes de Oviedo), la persona que realizó la labor de "cicerone" e intervino para que se pudiera llevar a cabo tan emotiva y devota reunión. Hay que destacar que Dª. Valentina Inmaculada Frey, además de ser hermana de esta conocida cofradía malagueña, entre otras, es propietaria de la conocida tienda cofrade "Valentii Velas" (en la calle de San Juan, número 34, de Málaga).
La sagrada imagen del Cristo de la Clemencia, un crucificado muerto de finales del Siglo XVII, es obra del escultor barroco D. Jerónimo Gómez de Hermosilla, y fue restaurado por D. Juan Manuel Miñarro López de 2019 a 2020, quien le devolvió las piernas. Presenta una rica policromía, con una tez pálida, matizada con tonos amoratados, y con profusión de regueros de sangre.
D. Juan Manuel Miñarro López, quien además es profesor de la facultad de Bellas Artes de Sevilla, intervino magníficamente en esta imagen de Cristo, restituyendo las piernas que le fueron profanadas durante el asalto a la iglesia del Sagrario durante los primeros días de julio de 1936, al comienzo de la Guerra Civil.
En cuanto a la imagen de Santa María Madre de la Divina Providencia, debemos indicar que se trata de una dolorosa de candelero, de autoría anónima de finales del Siglo XVII, si bien atribuida con fundamento al escultor barroco D. Antonio del Castillo, siendo restaurada por D. Enrique Gutiérrez Carrasquilla. Esta bella imagen presenta manos entrelazadas y de una policromía anacarada propia de la época.
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