Fue el 1 de abril del año 2001 cuando la capital andaluza gozó de uno de los pregones de Semana Santa más recordados e imitados. Fue pronunciado por el periodista almeriense, e Hijo Adoptivo de Sevilla, Carlos Herrera Crusset, quien respondió a las expectativas creadas, emocionando y rompiendo moldes. Sus líneas están cuajadas de momentos memorables, en dónde afloran la pasión y la emotividad, con expresiones que se han repetido e imitado en gran cantidad de ocasiones.
Carlos Herrera Crusset, durante el Pregón de la Semana Santa de Sevilla. (Fotografía: Diario de Sevilla) |
Es este un pregón que rebosa arte y amor por la Semana Santa de Sevilla, adquiriendo resonancias míticas gracias a la espléndida voz de Carlos Herrera, y a la maravilla de su portentosa declamación, teniendo como auditorio un Teatro de la Maestranza hasta la bandera. Y es que como dijo Alfredo Sánchez Monteseirín, quien fuera alcalde de Sevilla, a Carlos Herrera: «Este Pregón ya no te pertenece, ha sido acogido por Sevilla como suyo».
Uno de los momentos más emocionantes es el de "A la Gloria, sevillanos, a la Gloria", el cual ha dejado una huella indeleble en la memoria del mundo cofradiero, con un recorrido de filigrana poética entre Titulares y Hermandades, y un final apoteósico que emociona siempre que se escucha: "A la Gloria, a la Gloria ¡Y a María!":
"Y marcharemos a la Gloria, por un camino de cera. Y volveremos a ser niños asombrados ante la Majestad de un Dios que ha bajado a vernos otra vez, al igual que en aquellos años llenos de aroma de vida recién estrenada, mucho antes de ese día en que parten de verdad los barcos de juguete.
"A la Gloria Sevillanos, a la Gloria"
(Video: fernan90)
Os llamo a la Gloria, a la Gloria, sevillanos, a la Gloria de una semana que cuenta el tiempo al revés.
A la Gloria, sevillanos, a la Gloria
Con un sol entre las manos
Y a lomos de un borriquillo
Por el Domingo de Ramos
Viene Dios hecho un chiquillo
A la Gloria, sevillanos
Que salen y entran dos veces
Los suspiros que se elevan
Cuando se vence y florece
La piedra de San Esteban
A la Gloria, a la Gloria
Suspiros de mi Sevilla
Dad forma a esa canastilla
del Arenal hasta el cielo
Dos ladrones y un Mesías
Lleva mi Carretería
Entre azul de terciopelo
A la Gloria, sevillanos
Que Caifás se da de bruces
Con su barrio y con las luces
De San Gonzalo y su alarde
Viene Jesús jadeante
Que se ha llevado toda la tarde
Con la izquierda por delante
A la Gloria, a la Gloria, Sevillanos
A la altura de Rocio detenida
Por la voz del capataz en desafío
De Rocío hasta la voz no habrá medida
De la voz hasta Rocío solo hay Rocío
A la Gloria, sevillanos
Que un simple beso le nombra
Y un Prendimiento se encarta
Cuando a Jesús le da sombra
Un olivo en San Andrés.
A la vera, en Santa Marta
Larga sombra da un ciprés
A la Gloria, sevillanos
Que va la Gloria rendida
Que va Dios ¿no lo estáis viendo?
En una sola caída
Y está tres veces cayendo
A la Gloria, sevillanos
Si se ha caído a tus pies
Tres veces, y se arrodilla
¡coge sus brazos, Sevilla!
Y levántalo otras tres
A la Gloria, sevillanos
No será Semana Santa
Si va ese Dios andaluz
Bajo el peso de la cruz
Y tu amor no lo levanta
A la Gloria, sevillanos
¡que no sé como no lloro!
Al verte cruzar a oscuras
Tu calle de la amargura
Señor de San Isidoro
A la Gloria de cien hombres altaneros
La Centuria deja un barrio conmovido
Y enhebrando un laberinto de senderos
Resucita una Sentencia del olvido
Y desparrama estelas de luceros
A la Gloria, pues, Sevilla, a la Gloria
A la lágrima sin fin ni escapatoria
A la fe que cada vértigo proclama
Mientras Dios va derramándose en el día
Y la tarde en jilgueros se derrama
A la Gloria hecha toda cofradía
A la Gloria, a la Gloria
¡¡¡Y a Maria!!!"
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