Durante toda la Semana Santa la Esperanza de Oviedo lucía de luto en su Capilla, sosteniendo entre sus manos la corona de espinas, como símbolo de lo que acontecería durante la Pasión, y estando la Santa Cruz, donde murió su Hijo para redimir nuestros pecados, a sus espaldas. Pero ya en Pascua de Resurrección, Nuestra Madre vuelve a lucir su manto verde Esperanza, con una saya roja brocada en oro, y un pecherín y rostrillo del mismo color, como símbolo del triunfo sobre la muerte, de la Resurrección del Salvador.
Por todos es conocido que la Parroquia de San Francisco de Asís, se volcó el pasado Viernes de Dolores en la Vigilia de Oración presidida por la Esperanza de Oviedo, y muchos de los feligreses y devotos que la acompañaron esperaban ver a la Madre ya ataviada con su manto verde, tras la Semana Santa, y como comentaban - pues aunque como ellos dicen: “Siempre esta guapa” - querían verla sin luto en la Pascua.
El prioste y vestidor de Los Estudiantes, D. Ígor Freijoó González, como en anteriores ocasiones ha sido el encargado en vestir a María Santísima de la Esperanza, cuyo rostro es iluminado por el color dorado, que se utiliza como ornamento en las celebraciones más importantes del año, entre las que se encuentra la Vigilia Pascual del Domingo de Pascua de Resurrección, resaltando aún más la belleza de su divina cara, que con ternura nos mira como sólo una Madre lo podría hacer.
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