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martes, 7 de enero de 2014

Prensa: Una cabalgata de masas sin sustos

06.01.2014 

La llegada de los Reyes Magos a la ciudad fue más ágil que otros años, con seguridad extrema y un éxito de público similar al de los desfiles del Día de América en Asturias

Fotografía: Miki López

Chus NEIRA Como si fuera el día de los Magos de Oriente en Asturias, la cabalgata de Reyes en domingo, sin lluvia, buena temperatura y mejor organización congregó ayer en Oviedo a tanta gente que recordó el día del desfile más grande del año, el de San Mateo, cuando se estima que casi una población similar a la total de la ciudad se echa a la calle a ver los "haigas".


Sin duda, según fuentes de la organización, la de ayer fue la cabalgata de Reyes con más público de los últimos años. Y también la más ágil, por más que la duración total del recorrido superara en treinta minutos (una hora y tres cuartos) los tiempos de otros años. La agilidad vino dada, sobre todo, por la nueva disposición de los Reyes Magos, que dejaron de ir juntos al final de la comitiva y se alternaron entre los distintos pasos.

Eso hizo que los niños pudieran disfrutar de una forma más prolongada y también espaciada de las carrozas reales, que son el asunto de mayor importancia de la noche, lo que provoca los gritos más agudos y el asombro mayúsculo. La otra pata del jolgorio faltó. La tradicional lluvia de caramelos quedó este año proscrita por razones de seguridad. El nuevo modelo obligó a los pajes a irse acercando a las primeras filas para dar en mano puñados de caramelos, de forma que la cosa no estuvo tan repartida ni hubo tantas peleas por el suelo a cuento de las chucherías.

Como se había anunciado, también hubo un celo especial para que no se emplearan los sprays de espuma. La Policía retiró dos botes al inicio de la cabalgata y eso fue casi todo. La prueba de que el público respetó las nuevas normas es que los trajes de los acompañantes de los Reyes no volvieron tan machacados como otros años.

Una cabalgata, pues, más civilizada. También en lo referido a las cuestiones sociales, porque se quiso aprovechar la ocasión para potenciar la integración de todos los colectivos, en especial los que puedan tener diversos problemas de exclusión. Eso se tradujo, por ejemplo, en la selección como ayudante del Rey Gaspar de Javier Rubio Melgar, presidente de la Asociación de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados del Principado de Asturias. Por la mañana, antes de la cabalgata, Rubio estuvo presente en la recepción en el Ayuntamiento y también en Trascorrales. Y aunque tenía algún miedo sobre las esperanzas que habrían puesto en él los niños y lo que pensarían al verlo en silla de ruedas, encontró la respuesta allí mismo, al pasar de un salón al otro cuando un crío, al verlo, contó a la madre: "¡Mira, se cayó del camello!".

Ayer, al repartir a los Reyes a lo largo del recorrido, ya no hubo la tradicional adoración conjunta en la plaza de la Catedral, ese momento como de Epifanía de los tres Reyes Magos. Pero el deán, Benito Gallego, siguió estando a pie del portal de Belén junto al Alcalde. Los acompañaron Mónica Oviedo, presidenta del Comité de Representantes con Discapacidad en Asturias, y Yovanka Cuervo, responsable de la ONCE en Oviedo. Allí recibieron las distintas ofrendas, que no adoraciones, que cada Rey entregó a un grupo de pastorcillos para que depositaran los cofres con oro, incienso y mirra en el portal. Entre este grupo hubo también dos niños con síndrome de Down, Pelayo García y Johnny González.

La integración de los colectivos en riesgo de exclusión presidió el desfile

El tono social del desfile, presidido por la idea de la integración de los discapacitados o los diferentes, ya que también estuvo representada la Asociación Care de Africanos Residentes en España, también se redobló con una nueva colaboración de centros educativos y clubes deportivos con la SOF, organizadora de la cabalgata. A diferencia de otros años, y aunque también hubo voluntarios, en esta ocasión se trabajó, y muy bien, con los colegios y los institutos. Grupos de alumnos del Alfonso II, la Inmaculada, Gesta I, Naranco, Dominicas y Teresianas ayudaron a completar la figuración y los distintos grupos que acompañan los pasos del desfile. Uno de estos grupos, unos pastorcillos a los que dieron vida varios estudiantes de Gesta I, protagonizó una de las pocas anécdotas de una cabalgata sin sustos ni sorpresas. Fue a la llegada a la plaza de la Catedral. Una de las ocas de la manada quiso escaparse y los pastorcillos corrieron tras ella rápidamente para devolverla con las suyas.

Junto al trabajo con los colegios, la SOF también trabajó con clubes deportivos, y así participaron los de Natación de Oviedo, el Baloncesto Oviedo Club y Juventud Estadio.

Más novedades, también se renovó la mayor parte del vestuario y se incluyeron por primera vez luces en algunos de los palios rodantes que antes no tenían este tipo de iluminación. Por cierto, que también llamó la atención de algunos niños otras luces especiales con las que los de la banda de la Hermandad de los Estudiantes engalanaron sus instrumentos.

En total, en la cabalgata de ayer participaron entre 1.200 y 1.300 personas, para dar vida a ese fabuloso conjunto de pasos y representaciones: el Califa y los jinetes de Basora, los príncipes de Rajastán, el emir de Damasco, el príncipe de Qatar, los dignatarios de Turfán, la Embajada de Omán, el príncipe de Ormuz, los diáconos de Babilonia, el gran kan de Manchuria, la Caballería de Siam, la Corte de Trebisonda, los infantes de Macedonia, los pastores de Galilea, los príncipes de Siria, los palios de Nínive y Asuán, el príncipe de Ekbatana, el sultán de Esmirna, los cónsules de Susa, los príncipes de Ur, el gran kan de Samarkanda y el sultán de Etiopía.

El resto lo completaron bandas de música y grupos folclóricos de Asturias y del resto de España y los voluntarios habituales que nunca se quieren perder la cabalgata de Oviedo, como el agregado cultural de la Embajada del Líbano.

Ayer también hubo mucha presencia de fuera de la ciudad. Según constató la Policía, el tráfico a la entrada y la salida de la autopista y el completo total de todas las plazas de aparcamiento de la ciudad hicieron notar que muchos de los que vinieron a ver la llegada de los Reyes a Oviedo no eran vecinos de la ciudad, señal de que sigue creciendo.

Junto a las vallas, la seguridad y la higiene también parece que hubo menos animales que otros años. No hubo camellos ni más ganado que algún mulo, las ocas citadas y, claro, los caballos. Para tirar de las carrozas de los Reyes y completar el cortejo vinieron los jinetes Centauro de Valladolid y el Centro Ecuestre de El Asturcón puso la mayor parte.

Por lo demás, la noche de ayer fue la de la magia de los niños, encaramados a las vallas o a los portales de los edificios para jugar a distinguir los distintos pasos:

-Ya los veo, ya los veo.

-¡Son elefantes!

-¡No, son caballos!

-¡Yo digo que es una orquesta!

-Es una orquesta, está clarísimo.

-No, es un ejército de espadas y después una orquesta.

Y así durante casi dos horas. Una noche inolvidable.


Diario "LA NUEVA ESPAÑA":
http://www.lne.es/oviedo/2014/01/06/cabalgata-masas-sustos/1523519.html



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