Desde 1847 la Inmaculada Concepción es oficialmente y por edicto papal, la Patrona de los Estados Unidos de América.
Por Ximena Hidalgo-Ayala
El 8 de diciembre los católicos del mundo entero celebramos la Inmaculada Concepción de la Virgen María, fecha para rememorar de manera especial a la patrona de esta nación, cuya basílica representa la variedad cultural y diversidad étnicas unificadas en la fe.
INSPIRACIÓN BIBLICA
A través de los siglos se han producido innumerables obras de arte, dedicadas a la Virgen María en la advocación de la Inmaculada Concepción, que toma sus símbolos de referencias bíblicas del Génesis, los Proverbios, el Eclesiástico, el Cantar de los Cantares, los evangelios y el Apocalipsis. Por ejemplo, del pasaje cuando Dios en el Paraíso maldice a la serpiente y le dice: “Yo pondré enemistad entre ti y la mujer y su estirpe; ella aplastará tu cabeza cuando tú aceches para morderle su talón” (Génesis 3,15). Por eso se la representa pisando a la serpiente y tiene las doce estrellas alrededor de su cabeza, como se la describe en el libro de Revelaciones.
ORIGENES DE LA CELEBRACIÓN
La iglesia cristiana oriental celebró la festividad de la “Concepción de la Madre de Dios” en el siglo V. La celebración en honor a la Concepción de Santa Ana, madre de la Virgen María en los monasterios palestinos data del siglo VII, como San Andrés de Creta registra en sus escritos. La festividad de Santa Ana en el transcurso del tiempo se convirtió en la de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, cuyo nacimiento se celebra nueve meses después, el 8 de septiembre.
ESTABLECIMIENTO OFICIAL
La celebración occidental fue establecida por monjes anglosajones en Inglaterra en el 1030 y fue extendiéndose por Europa hasta que en 1476 el Papa Sixto IV adoptó la fiesta para toda la iglesia latina. En 1661 el Papa Alejandro VII declaró que la inmunidad de María del pecado original desde su concepción, es asunto de fe. La fiesta obligatoria la estableció en 1708 el Papa Clemente X. En 1854, el Papa Pío IX proclamó como dogma de fe lo que la tradición popular había sostenido desde principios de la Iglesia: que desde el vientre de su madre la Virgen María “en el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia concedidos por Dios… fue preservada de toda mancha de pecado original”.
La basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada en la Avenida Michigan en la capital de la nación, fue designada la Iglesia católica nacional y patronal de los Estados Unidos en honor a la Virgen María. Es la iglesia católica más grande de la nación y de América del Norte y una de las diez iglesias más grandes del mundo, es además el edificio habitable más alto en Washington, D.C.
IMPACTO CULTURAL
Actualmente la celebración de la Inmaculada Concepción es una de las fiestas más importantes del calendario litúrgico de la Iglesia Católica, celebrada en todo el mundo en honor a la Virgen María y en la mayoría de países latinoamericanos, no solo como una fecha religiosa importante, sino con significación cultural, que durante el tiempo ha desarrollado por las actividades que se realizan a nivel popular en su honor, incluyendo misas, procesiones, desfiles, fuegos artificiales y comidas étnicas.
CELEBRACIONES LATINAS
Por designación y decreto pontificio, es la fiesta patronal de varios países latinos, entre ellos Argentina, Brasil, Nicaragua, Paraguay, España, Estados Unidos y Uruguay. El 8 de diciembre es día festivo en Argentina, Chile, Colombia, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela. El 8 de diciembre también se celebra como Día de la Madre en Panamá y es fiesta nacional. En Nicaragua, se resalta el papel maternal de la Virgen María en el catolicismo y se organizan grandes celebraciones. En Manila, Filipinas se realiza la Gran Procesión Mariana, un desfile religioso-militar, celebrado anualmente por la Cofradía de la Inmaculada Concepción.
BASILICA DE LA INMACULADA
El Santuario Nacional de la Inmaculada se encuentra en la capital de la nación, Washington D.C., en la basílica católica construida en honor a la Virgen María como Patrona de los Estados Unidos y es el santuario mariano católico más importante a nivel nacional. Su construcción fue aprobada por el Papa Pío X en 1913. La primera piedra fue colocada en 1920 y fue inaugurado en 1959. Tiene capacidad para 10.000 personas y ha sido visitada por tres Papas: Juan Pablo II (1979), Benedicto XVI (2008) y por el Papa Francisco (2015). Aproximadamente un millón de peregrinos lo visitan anualmente.
SÍMBOLO DE DIVERSIDAD
En sus 75.545 pies cuadrados de superficie, contiene más de 70 capillas y oratorios que incluyen varias advocaciones de la Virgen Maria a nivel mundial, incluyendo a la Virgen de Guadalupe de México y la de la Virgen de la Caridad del Cobre de Cuba. Esta diversidad de capillas y oratorios de la basílica, representa la diversidad cultural de los Estados Unidos y la reverencia a la virtud que tienen en común: la fe. La basílica es un microcosmos del fenómeno migratorio, honrando las devociones de la Virgen Maria de los inmigrantes que han llegado de todo el planeta.
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