Procesión Magna de Acción de Gracias para Oviedo

Aunque sabemos de la tragedia que actualmente representa la pandemia mundial que nos azota, también tenemos Fe en Cristo y sabemos de la protección de su Santísima Madre, la Virgen María, por lo que rezamos por una pronta solución para este gran problema. Por todo esto, y cuando Dios bondadoso lo permita, y acabe la crisis del coronavirus, desde Junta de Hermandades y Cofradías de Oviedo, con la inestimable colaboración del Ayuntamiento, se debería convocar una Procesión Magna de Acción de Gracias, en la que participen todas las cofradías y hermandes de nuestra ciudad, y discurra hasta la Catedral de San Salvador.

En todo el orbe católico nos encontramos con innumerables ejemplos de este tipo, como en la ciudad de Sevilla, en el año 1800, que debido a la epidemia de fiebre amarilla, salieron numerosas procesiones, algunas incluso con nazarenos fuera del tiempo de la Semana Santa.

En la capital del Principado de Asturias tenemos ejemplos recogidos en "Los libros de Acuerdos de la Ciudad de Oviedo", en dónde se aparecen numerosas noticias sobre procesiones y rogativas para impetrar la clemencia divina y en las que toma parte activa la Ciudad. Por ejemplo, en 1599, tras la peste, se hizo una procesión de acción de gracias en la que los Caballeros del Ayuntamiento de Oviedo llevarón la imagen de San Roque, haciéndose hogueras, también se pusieron luminarias en las ventanas y los carniceros sacaron dos bueyes encascabelados con sus valonas.

En mayo de 1675, con motivo de una procesión de acción de gracias por los buenos temporales a Nuestra Señora del Rosario se acuerda " que salgan jigantones, ayga dança, gaita y unos fuegos de víperas con sus pipas y se pregone que aya luminarias..."

En el año 1683 hay rogativas a Santa Eulalia "por los buenos temporales" (fol.110 verso); A Nuestra Señora del Rosario; "procesión de rogativas por la guerra contra el turco" (fol. 177): "procesión y participación por acción de gracias por la victoria contra el turco" (fol. 301).

Por otro lado, en el año 1992 se organizó en Sevilla el último Santo Entierro Magno por un motivo de vital importancia para el continente americano, sobre todo para centro y sudamérica, que fue el V Centenario de la Evagenlización de esas tierras.

Los años pasan, los males siempre vuelven, pero la Fe en Cristo y el amor a su Santa Madre se mantienen firmes, pese a que las circunstancias de la actual pandemia que nos aflige, y porque sabemos que habrá solución, también debemos dar las gracias al Padre por dicha solución, y por que acoja junto Él a quienes ya han partido dando consuelo a los que aquí quedan...y lo podemos hacer con una de las mejores formas que las cofradías sabemos hacer, dando testimonio en la calle.

FOTOGRAFÍA PORTADA: EL COMERCIO