Al abordar el comienzo de un nuevo año desde una perspectiva católica, es valioso reflexionar sobre el tiempo como una oportunidad para la renovación espiritual y el crecimiento en la fe. La transición de un año a otro nos brinda la ocasión de reflexionar sobre nuestras vidas a la luz de la enseñanza católica y buscar un mayor acercamiento a Dios en los días que están por venir.