A las cinco de la tarde

Y mañana a las cinco de la tarde, hora taurina por excelencia comenzarán los sones de bordón, como diría el poeta...sus heridas quemarán como soles a las cinco de la tarde, y el gentío romperá las ventanas a las cinco de la tarde...cuando la trompa de lirio muestre la muerte y sólo la muerte, a las cinco en sombra de la tarde, saldrá del corazón palpitante de La Tenderina, la serena imagen de Cristo muerto en el madero, la imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia...Redentor del hombre, Hijo de Dios hecho hombre, Salvador de la humanidad...y su cuerpo muerto será portado hasta su paso por los Novios de la Muerte, porque estos hombres, como el Galileo, saben lo que es el supremo sacrificio dar su vida por el prójimo...pero su Cruz ya no coronará una desnuda calavera, sino una gloria barroca de cedro, y los claveles rojos disimularán la sangre de su cuerpo lacerado, y el costal del costalero será el paño que enjugue sus heridas...cientos de cirios en hileras iluminarán su paso, y las trompetas y cornetas acompañarán su caminar, anunciando entre sus acordes la Gloriosa Pascua de Resurrección.


Texto: Rosa Aribau
Fotografía: Mariola Llames