Ya dieron las cinco de la tarde...

Caballeros Legionarios portando el Stmo. Cristo de la Misericordia.
Domingo de Ramos 2012. (Fotografía: Mónica Eyaralar)

Ya dieron las cinco de la tarde, hora taurina por excelencia, y se oyeron los sones de bordón, como dijo el poeta...sus heridas quemaron como soles a las cinco de la tarde, y el gentío rompió las ventanas a las cinco de la tarde...cuando la trompa de lirio mostró la muerte y sólo la muerte, a las cinco en sombra de la tarde, salió del corazón palpitante de La Tenderina, la serena imagen de Cristo muerto en el madero, la imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia...Redentor del hombre, Hijo de Dios hecho hombre, Salvador de la humanidad.

El paso del Stmo. Cristo de la Misericordia
por las calles de Oviedo. (Autor: Alfonso Guisasola)

Su cuerpo muerto fue portado hasta su paso por "los novios de la muerte", porque estos hombres, como el Galileo, saben lo que es el supremo sacrificio dar su vida por el prójimo...pero su Cruz ya no coronó una desnuda calavera, sino una gloria barroca de cedro, y junto a él no hubo dos ladrones sino las voces de la Tuna, que mitigaron con su canto las huellas de la tortura. 

Nazarenos de la Hermandad de "Los Estudiantes"
(Fotografía: Felipe Hualda).



Damas de Mantilla de la Hermandad de "Los Estudiantes"
(Fotografía: Eloy Alonso)



Los claveles rojos disimularon la sangre de su cuerpo lacerado, y el costal del costalero fue el paño que enjugó sus heridas...nazarenos y damas de mantillas, con sus cirios en hileras, iluminaron su paso, y las trompetas, cornetas y tambores acompañaron su caminar, anunciando entre sus acordes la Gloriosa Pascua de Resurrección.

Santísimo Cristo de la Misericordia
(Fotografía: Nacho Castro)

Texto: Rosa Aribau