Escrito por Manuel Jesús Rodríguez Rechi - Miércoles 04 de Junio de 2014
Todo se ha consumado, parece que nada sucedió. Volvió la normalidad en la hermandad de la Macarena. La Esperanza vuelve a presidir la basílica.
La Macarena en su camarín / MJ RODRIGUEZ RECHI
Pareció un sueño, pero lo cierto es que han sido muchas horas de trabajo con una hermosa recompensa. Incasable por ese grupo humano que trabajó muy duro para poder vivir un hecho marcado ya en la historia reciente de Sevilla.
Pasarán muchos años en repetirse algo parecido. Fue una auténtica protestación de fe realizada. Un año de celebración de una advocación universal como es la Macarena por el cincuentenario de la coronación canónica.
Instantes que tardarán sin duda en poder asimilarse. Ya descansa la Esperanza con el manto Esperanza nuestra, confeccionados por los bordados de Rodríguez Ojeda del conocido palio rojo, la saya de las corbatas de Elena Caro con diseño de Carrasquilla y la toca de rombos de Francisco Carrera Iglesias, rematado por el fajín tradicional y un pañuelo donado por los hermanos del atrio.
Además, luce varios broches como el de los jóvenes de la Macarena, el de la Esperanza de Triana, el Gran Poder, la Amargura y los Negritos junto a la medalla de Sevilla.
Tiempo de ser consciente de lo pasado. La Esperanza regresa al lugar donde los sevillanos la buscan cada día.
ABC DE SEVILLA - PASIÓN EN SEVIILA:
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