La impresionante imagen del Nazareno Redentor del Mundo, que tallara el escultor-imaginero hispalense D. José Antonio Navarro Arteaga para la Hermandad de la Mediadora, se incorporará en la estación de penitencia hasta la Catedral Basílica de la Encarnación de Málaga, el Miércoles Santo de la Semana Santa del 2017.
D. Salvador de los Reyes Rueda,
Diseñador del trono del Redentor del Mundo.
Frontal del Trono del Redentor del Mundo
Lateral del Trono del Redentor del Mundo.
Diseñador del trono del Redentor del Mundo.
En el transcurso del Cabildo General Ordinario de Cuentas, que tuvo lugar el 11 de enero de 2016, fue aprobado el presupuesto para la realización de la carpintería del trono, que será realizado bajo diseño del prestigioso y conocido diseñador malagueño D. Salvador de los Reyes, en los talleres del tallista sevillano D. Francisco Verdugo.
El propio D. Salvador de los Reyes ha hablado en la web de la Mediadora, sobre el diseño del futuro trono del Redentor del Mundo: "He querido realizar un proyecto sencillo y clásico que no reste protagonismo a la bendita imagen del Redentor. Tan solo que le sirva de peana procesional. De ornamentación barroca en el moldurón, cartelas y crestería, y con partes del cajillo lisas que irán adornadas con pequeños arbotantes, los popularmente llamados "pulpitos", para darle mucha importancia a la iluminación del conjunto. Y sus faroles, levemente inspirados en la torre de nuestra catedral. La iconografía también es sencilla, nada rebuscada, con los cuatro evangelistas en las esquinas. Y en las cartelas: el Descenso del Señor a los infiernos ("... descendió a los infiernos ..."), la Institución de la Eucaristía, el Bautismo y la Transfiguración".
La talla de Nuestro Padre Jesús Nazareno Redentor del Mundo fue realizada D. José Antonio Navarro Arteaga, como ya se ha comentado, siendo bendecida el 10 de noviembre de 2013. La imagen del Redentor representa Cristo en el momento de abrazar la Cruz antes de comenzar el camino hacia el Monte del Calvario. Este simbólico abrazo escenifica la entrega de la vida del Hijo de Dios por nuestra salvación, es decir, la aceptación de su injusta sentencia a muerte para liberarnos de la carga de nuestros pecados.
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