La Cofradia de Nuestra Señora del Rosario de El Condado recupera el Rosario de la Aurora

El Sábado 8 de octubre ha quedado inscrito con letras de oro en la historia de la Parroquia de San Esteban de El Condado, debido a la recuperación del Rosario de la Aurora en honor a Nuestra Señora del Rosario, el cual llevaba sin realizarse desde hacía muchos años, según los más ancianos del lugar, y que ha sido recuperado gracias a la labor y el interés de su párroco, D. Luis José Fernández Candanedo, y al trabajo de la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario.

Rosario de la Aurora en San Esteban del Condado

Video: Costaleros de Oviedo

 

Para este importante acontecimiento se ha contado con la inestimable ayuda de D. Ígor Freijoó González, Prioste y Vestidor de la Hermandad y Cofradía de Los Estudiantes de Oviedo, quien atavió a la Virgen del Rosario para el Rosario de la Aurora, con una saya blanca con brocados en oro, un manto color burdeos y un sencillo rostrillo de encaje, perteneciente al ajuar de la Esperanza de Oviedo, de la Hermandad y Cofradía de Los Estudiantes.

 D. Luis Fernández, en el centro de la imagen, y D. Alfredo de Diego.

 D. Luis Fernández y D. Ígor Freijoó artífices, junto con la 

Cofradía de Nuestra Señora del Rosario de la recuperación del Rosario de la Aurora.

Nuestra Señora del Rosario recibió a los fieles devotos en el Altar Mayor de la Parroquia de San Esteban, luciendo en una de sus manos un Rosario de color negro azabache, y en su cabeza, la bella corona realizada con las donaciones de plata aportadas por los vecinos de El Condado. A las 8:00 de la mañana dió comienzo el Rezo del Santo Rosario, estando precedido el caminar de los fieles devotos por la Cruz Parroquial, que habría el cortejo procesional.

 Hermoso Tejo a las puertas de la Parroquia de San Esteban de El Condado

Pese a que aún había oscuridad en el momento de la salida, la luz del amanecer se intuía en el cielo, que poco a poco se fue llenando con la bendita luminosidad de Santa María, que recorría los caminos acompañada del rezo del Santo Rosario, y del incipiente  y risueño canto de las aves. Una vez concluidos los actos religiosos, y tras las palabras de agradecimiento de D. Luis Fernández en el interior del templo, los cofrades y fieles allí congregados pudieron disfrutar de un café caliente acompañado por dulces, para así reponer fuerzas después de este acto tan especial.