Los feligreses abarrotan la iglesia redonda para honrar a San Francisco de Asís
Lucas Blanco 05.10.2017
San Francisco de Asís vivió ayer su día más patriótico. Las celebraciones en honor del santo en la parroquia ovetense a la que da nombre generaron en muchas de las más de 200 personas que participaron en la procesión un profundo sentimiento de españolidad. La interpretación del himno nacional hasta en dos ocasiones, a cargo de 25 miembros de la agrupación musical San Salvador de la Hermandad de Estudiantes, emocionó a algunos de los presentes. Aunque la Marcha Real es habitual por San Francisco de Asís, lo candente del conflicto catalán llenó de un especial simbolismo las interpretación del himno español.
Como cada 4 de octubre, la parroquia celebró la tradicional misa en honor al santo. Ayer la ofició por primera vez Juan José Tuñón Escalada, sacerdote que llegó a la iglesia redonda el pasado verano desde Covadonga para sustituir a Fernando Llenín tras el traslado de éste a Gijón para ocuparse de la parroquia de San José.
A los oficios religiosos, en los que prácticamente se llenó el templo, siguió la procesión, que consistió en una vuelta alrededor de la iglesia con la imagen de San Francisco abrazando al Cristo, portada por cuatro hombres, al frente de la comitiva. Tras ella, un grupo de sacerdotes que se sumó a los actos y más de dos centenares de almas que siguieron con gran devoción los actos. "Nunca me lo pierdo porque tengo una fe ciega en San Francisco", contó María Álvarez, una feligresa que recordó que fue el Santo el que inspiró al papa actual para elegir Francisco I como nombre.
Sin embargo, fue la música la que más emocionó a los presentes. Los dos pases del himno de España, a la entrada y salida de la imagen de la iglesia, como es habitual, tuvo un especial significado para buena parte de los asistentes. "Da gusto escucharlo, sobre todo estos días", comentaba un hombre a sus acompañantes tras escuchar con la cabeza alta una sintonía cuya intensidad fue tan atronadora como emotiva para algunos.
No fue la única pieza que brindaron los integrantes del colectivo musical a los feligreses. Hubo tiempo también para temas religiosos de siempre: "Pescador de Hombres", "La Salve", "Saber que Vendrás" y "La Saeta" completaron el repertorio ofrecido por la agrupación San Salvador, que raramente falla a estas citas. "Mientras quieran, aquí nos tendrán", indicó uno de los componentes de una banda en la que los tambores y las cornetas pusieron la nota de color a una celebración marcada por la fe.
Fue tras cesar el paseo de la imagen cuando la devoción tomó especial protagonismo. Ya en el interior del templo, fueron muchos los que pasaron a tocar y rezarle a la imagen. Otros, por su parte, optaron por posar para fotos, individuales y en grupo, faltando en ciertos casos tiempo para subir la imagen a las redes sociales y presumir de compañía. Formas de ayer y de hoy de vivir el fervor de la fe.
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