Franciscano y arzobispo emérito de Sevilla, fue miembro de la Conferencia Episcopal y en las quinielas se llegó a barajar como "papable".
Ángel Fidalgo 09.10.2018
Monseñor fray Carlos Amigo, cardenal franciscano y arzobispo emérito de Sevilla, que llegó a sonar en las quinielas para ser "papable", pronunciará el pregón del costalero de la Hermandad de los Estudiantes, y lo hará el 30 de marzo del próximo año, sábado, por la tarde. Será el primer acto solemne de la Semana Santa ovetense. Un año más, la cofradía procesional de Oviedo continúa poniendo el listón más alto para sus pregoneros.
Para la celebración de este evento, la Hermandad de los Estudiantes solicitó, el pasado 1 de este mes, a Patrimonio de la Universidad la utilización de la capilla del Edificio Histórico, en la que celebra el pregón del costalero desde hace siete años. La vinculación de la Hermandad con la Universidad de Oviedo es tan tradicional como evidente.
Monseñor fray Carlos Amigo (Medina de Rioseco, Valladolid, 1934) fue nombrado cardenal en el consistorio del 21 de octubre de 2003, con el título de la iglesia de Santa María de Montserrat de los Españoles; como tal, tomó parte en el cónclave que eligió a Su Santidad Benedicto XVI.
En la Conferencia Episcopal Española fue miembro del Comité Ejecutivo, habiendo desempeñado los cargos de presidente de las comisiones episcopales para el V Centenario de la Evangelización de América, de Obispos Superiores Mayores y de Misiones y Cooperación con las Iglesias. En el año 1982 el Papa Juan Pablo II le nombra arzobispo metropolitano de Sevilla.
Además, fuera del entorno eclesiástico, es miembro de las reales academias de Medicina, Buenas y Bellas Artes de Sevilla. También ejerció de vocal de la comisión nacional para el V Centenario y miembro del Comité de Expertos de la Exposición Universal. En 1993 organizó en Sevilla el Congreso Eucarístico Internacional, el cual contó con la presencia del Beato Juan Pablo II.
Monseñor fray Carlos Amigo, que nunca evitó lidiar en las plazas más difíciles, logró poner los pelos de punta a los cofrades andaluces más tradicionales, cuando apostó por los derechos de la mujer en las cofradías de la Semana Santa. Las polémicas se sucedieron y no afectaron para nada a la firme decisión del franciscano, que al final logró salirse con su empeño. El tiempo le dio la razón. De entre sus muchos libros destacan "Caminar con Francisco de Asís" y "Mi vida descansa en Dios".
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