La Sancta Oventensis, título que el templo debe a la importancia de sus reliquias, cumplirá el año que viene mil doscientos años.
Carlos Lamuño - 19/10/2020
El deán de la Catedral, Benito Gallego, pasa la mano por las marcas de las balas que adornan las columnas del templo. Esas piedras han visto todo. Las más antiguas, las que conforman la Cámara Santa, están apunto de cumplir 1.200 años desde su consagración. Una historia milenaria vinculada a la custodia de algunos tesoros más venerados por el cristianismo.
En octubre del 34, por ejemplo, cuando durante la Revolución de Asturias un grupo entró en la Basílica. Donde está ahora el cartel que marca el camino a la Cámara Santa hubo barricadas. Los disparos que aún se ven en las paredes fueron lo de menos. Dentro de la Cámara, explosionaron unas cargas de dinamita. Las cruces de los Ángeles y de la Victoria, el Arca Santa, una de las Sandalias del Pescador, la Caja de las Ágatas o el Santo Sudario quedaron enterrados bajo los escombros.
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