La Tuna Universitaria de Oviedo presente el Encuentro del Domingo de Ramos de 2009 entre la Virgen de la Amargura, de la Cofradía del Silencio y el Cristo de la Misericordia, de la Hermandad de Los Estudiantes, aparece interpretando con mucho sentimiento, en el video que aparece a continuación, una adaptación propia de "La muerte no es el final", en una abarrotada Plaza de Feijoo, conocido canto litúrgico de Monseñor Cesáreo Gabaraín Azurmendi (1936-1991).
La Tuna Universitaria junto con el Arzobispo de Oviedo, D. Jesús Sanz |
"La muerte no es el final" es una pieza compuesta por su autor en memoria de Juan Pedro, un joven organista de su parroquia fallecido a la edad de 17 años. Posteriormente las Fuerzas Armadas de España adoptaron esta música como himno que se entona en homenaje a los que han muerto realizando actividades militares en toda la Historia dentro del Ceremonial en Homenaje a los Caídos por España. Esta adopción tiene su origen en el año 1981, cuando el teniente general D. José María Sáenz de Tejada la escuchó en el transcurso de un funeral e imaginó en qué medida realzaría el traslado de la tradicional corona de laurel hasta la Cruz en los ceremoniales militares de Homenaje a los Caídos. La perfilación de la versión definitiva de la música para destino castrense fue llevada a cabo por D. Tomás Asiain.
La Tuna Universitaria de Oviedo interpreta "La Muerte no es el Final"
Domingo de Ramos de 2009
(Video: Canal unocualquiera4)
A continuación podemos leer el bello texto completo de este popular canto litúrgico, una maravilla que hace que nuestro corazón se estremezca con versos como "Ya le has devuelto a la vida, ya le has llevado a la luz":
Tú nos dijiste que la muerte
no es el final del camino,
que aunque morimos no somos,
carne de un ciego destino.
Tú nos hiciste, tuyos somos,
nuestro destino es vivir,
siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.
Cuando la pena nos alcanza
por un hermano perdido,
cuando el adiós dolorido
busca en la Fe su esperanza.
En Tu palabra confiamos
con la certeza que Tú
ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz.
Ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz
Cuando, Señor, resucitaste,
todos vencimos contigo
nos regalaste la vida,
como en Betania al amigo.
Si caminamos a tu lado,
no va a faltarnos tu amor,
porque muriendo vivimos
vida más clara y mejor.
Fuente consultada:
"Historia de la Música Militar de España", D. Ricardo Fernández de la Torre.
no es el final del camino,
que aunque morimos no somos,
carne de un ciego destino.
Tú nos hiciste, tuyos somos,
nuestro destino es vivir,
siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.
Cuando la pena nos alcanza
por un hermano perdido,
cuando el adiós dolorido
busca en la Fe su esperanza.
En Tu palabra confiamos
con la certeza que Tú
ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz.
Ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz
Cuando, Señor, resucitaste,
todos vencimos contigo
nos regalaste la vida,
como en Betania al amigo.
Si caminamos a tu lado,
no va a faltarnos tu amor,
porque muriendo vivimos
vida más clara y mejor.
Podemos indicar que S. M. el Rey D. Juan Carlos I lo conoció en el año 1985, en el homenaje tributado a los Caídos el día de la entrega de despachos a una promoción de la Academia General Básica de Suboficiales, en Talarn (Lérida), e hizo grandes elogios del hermoso canto, interesándose también por su origen. Posteriormente, el que fuera Ministro de Defensa, D. Narciso Serra decidió incorporarlo a las ceremonias oficiales de Homenaje a los Caídos.
La primera vez que se interpretó con rango oficial fue el día 3 de octubre de 1986 sin letra, sólo la música, en ocasión de la visita a España del Presidente de la República de Guatemala, en la iniciación de las ceremonias de homenaje a los que murieron por la Patria, ante el viejo monumento de la Plaza de la Lealtad.
"Historia de la Música Militar de España", D. Ricardo Fernández de la Torre.
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