Eran las cuatro de la tarde del sábado 31 de marzo, solo faltaba un día para que la Hermandad de Los Estudiantes saliese a la calle, y en su Casa de Hermandad se reunían como todos los años, muchos hermanos, para confeccionar el monte de claveles que llevaría el Santísimo Cristo de la Misericordia en la tarde del domingo de Ramos.
Todo comenzaba como otros años, cada uno tenia su labor bien aprendida e incluso las personas que venían por primera vez eran enseñadas por las otras, todo para realizar la alfombra para el Señor. El prioste dada las últimas ordenes para que todo salieses como él quería, pero este año había un especial momento a la hora de realizar la trasera del monte. Muchas de estas personas que vienen todos los años para ayudar a colocar las flores y demás enseres, se reunirían el fin de semana anterior para dar la despedida a la madre de una amiga y hermana, María del Carmen, mujer del secretario primero de la Hermandad Manuel José Ávarez Gutiérrez. Fue en aquel momento de dolor, donde ella le comento al prioste de la Hermandad que tenia un deseo, le gustaría que varias flores de los ramos de su madre acompañasen a su Cristo por las calles de Oviedo, y él le contesto que si. Ese sábado cuando apareció en la Casa de Hermandad lo hizo con varios ramos de flores, que llevaba cuidando una semana para que se pudieran aprovechar el mayor número de flores.
Mientras entre charlas y risas se iban colocando los claveles rojos para Mi Cristo, tres personas seleccionaban las flores que llevaría ese monte para el recuerdo, ese monte del calvario. Y se produjo el momento, estaba ya casi todo listo pero faltaban esas flores que irían en la trasera del monte, para que durante toda la procesión, Carmen, desde su puesto de dama de mantilla, pudiese contemplar esos retoños que había cuidado con esmero toda esa semana para que pudiesen estar con ese Jesús del madero que sale todas las tardes de Ramos por las calle de Oviedo, y así se podrá decir que esta Semana Santa tubo, un monte para el recuerdo.
Trasera del Paso, en la Cuesta de la Vega (Fotografía: Armando Velasco Monreal) |
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