Aunque los historiadores señalan
1837 como la fecha en la que toma cuerpo el Bando de la Magdalena, como
consecuencia de las disputas políticas entre conservadores y liberales en las
elecciones de aquel año, mucho antes ya existía un intenso fervor intramuros de
la Villa de Llanes hacia Santa María Magdalena.
Santa María Magdalena |
La imagen de la Perla de Betania
era venerada en su capilla, que fue templo parroquial en la época medieval (se
construyó entre los siglos XII y XIV) e incluso sus alrededores eran conocidos
como Barrio de la Magdalena, lo mismo que una parte de la calle Mayor llevó
también el nombre de la Santa.
Capilla de La Magdalena |
Pero es desde la primera mitad
del siglo XIX cuando podemos decir que existe como tal el Bando y comienza a
recuperar tradiciones como la Hoguera y la Salea e incorpora, poco a poco,
piezas folclóricas que se han conservado hasta nuestros días.
Altar de la Capilla de la Magdalena |
El Bando de la Magdalena es un
celoso guardián de tradiciones que se remontan incluso a fechas anteriores a la
creación del mismo, como ocurre con la famosa Hoguera de la Magdalena del día
21 de julio. Con algunos pequeños cambios para adaptarse a los tiempos, cuando
la noche cae sobre Llanes un enorme eucalipto se quema junto a la Capilla,
mientras los mozos y mozas del Bando forman un círculo en torno a las llamas y
cantan la Hoguera y el Rodeo. Antes, en uno de los momentos más esperados por
los llaniscos durante todo el año, los hombres del Bando ataviados con el traje
de porruano, la habrán transportado a hombros por las principales arterias de
la Villa.
El día grande, el 22 de julio,
todos los simpatizantes del Bando visten sus mejores galas y, poco después del
mediodía, acompañan a la Santa en procesión desde la Basílica hasta su Capilla,
donde descansará hasta el año venidero.
Hacia las 8 de la mañana se
anuncia la Fiesta con una salva de doce voladores o cohetes. Luego a las 10.30
acuden las aldeanas y porruanos y demás miembros del Bando a recibir a la Banda
de Música. Y acompañados por ella al compás del Pasodoble del Bando, comienza
el Pasacalles por la Villa de Llanes, hasta terminar en la Capilla. Ahí en la
Plazuela de la Magdalena se van reuniendo todos los participantes y público en
general y a las 11.30 comienza el traslado de la imagen de La Magdalena hacia
la Basílica para la celebración de la Misa Solemne. Este traslado que se
produce desde 1885 quizás se debe a dos causas: en primer lugar, para dar una
mayor relevancia a la Misa Solemne, y en segundo lugar porque la Capilla no
cuenta con el aforo suficiente para los fieles que acuden a la Misa Solemne.
El traslado se realiza en
procesión. Las aldeanas se sitúan en dos filas a lo largo de la Calle Mayor;
les preceden “Los Ramos” que son la ofrenda de pan en forma piramidal,
adornados con flores, ramas y lazos de colores; son portados por niños y
jóvenes de bando. La Santa es sacada en andas adornada con profusión de
claveles rojos, y es precedida por el estandarte del Bando (que es una pintura
sobre seda natural y bordado en hilo de oro). En el instante que la Santa sale
de la Capilla, la Banda de Música interpreta el Himno Nacional. Una vez formada
la Comitiva la Imagen y los sacerdotes que oficiaran la misa se colocan en la
parte trasera en un lugar preferente. Delante de la Santa marchan en grupo los
porruanos. La procesión transcurre por la Calle Mayor, sube por Posada Herrera
hasta la Basílica. La procesión se forma de la siguiente manera: primero la
abren una cruz flanqueada por dos ciriales portados por monaguillos, continúan
los Ramos (5-6), el Estandarte del Bando portado por un porruano y cuyas borlas
las llevan los niños, luego las aldeanas (siempre de menor a mayor), los
porruanos, dos niños con los remos (en recuerdo de la Salea y de la tradición
marinera de la Santa), La Magdalena flanqueada por horquilleros, detrás los
sacerdotes, cerrando la comitiva, la Comisión del Bando y la Banda de Música.
Este ordenamiento de la procesión ha variado, pues en 1925 el orden se describe
de la siguiente manera: en primer lugar los Ramos, seguidos por Gaita y Tambor,
a continuación las aldeanas, luego el grupo religioso compuesto por la Cruz y
los Ciriales, el Estandarte, la Imagen de la Santa y el Clero cerrando la
comitiva, la Banda Militar que interpretaba el Himno de la Magdalena (op. cit.
“El Pueblo”, 25 de julio de 1925, nº 1122).
Ahora volvamos a la procesión.
Una vez llegada las aldeanas a la plaza de la Basílica, se colocan formando dos
hileras de respeto y devoción hasta la llegada de la Magdalena, en ese momento
dejan de tocar la pandereta y la ponen en alto haciéndola sonar a modo de
salutación; a todo esto se une la interpretación del Himno Nacional cuando
entra la Santa a la Basílica. Una vez dentro es colocada a la derecha del
altar, pero no el presbiterio, sino en el ábside de la derecha sobre las andas.
Los Ramos que la precedían se forman en hilera en la nave lateral derecha, y el
Estandarte se coloca a la izquierda del altar apoyado en una pilastra, de modo
que ése y la Santa son visibles a todos los fieles. Las aldeanas y los
porruanos se colocan en los bancos cercanos al altar.
La Misa Solemne es concelebrada
por tres sacerdotes y cantada por la Schola Cantorum de Llanes que interpreta a
lo largo de la ceremonia los himnos y composiciones exclusivas del Bando. Los
Evangelios son leídos por una aldeana que se coloca en el presbiterio a la
derecha del altar. La homilía está dedicada a Santa Mª Magdalena. En el
instante de la elevación, la Banda de Música que está situada en el exterior de
la Iglesia, vuelve a interpretar de nuevo el Himno Nacional y suena una salva
de cohetes. Una vez finalizada la Misa se forma de nuevo la procesión de la
manera anteriormente descrita, pero con la salvedad de que ahora las aldeanas
son mucho más numerosas y se colocan en filas de a tres. También destacaremos
que el recorrido es más largo: sale de la puerta principal, se dirige a la
calle de Posada Argüelles, para girar en la plaza de Sta. Ana a enlazar con la
Calle Mayor (que es el feudo del Bando), recorre toda la Calle Mayor hasta la
altura de la calle de Manuel Cué, hasta el Paseo del Muelle y gira a la derecha
apareciendo en la calle Mercaderes que la recorre hasta la altura de la Calle
Mayor, desde ahí sube hasta la Plazuela de la Magdalena y finaliza en la
Capilla. En ese momento se depositan los Ramos y la Imagen.
Una vez colocada la Santa en la
Capilla sobre sus andas (y no en el altar) se remata la mañana del 22 de julio
con un Festival Folklórico, en la Plaza del Muelle. Allí se bailan las danzas
propias del Bando: comenzando por el Ofrecimiento de Ramos, “La Habanera de la
Magdalena”, “La Jota de La Magdalena”, “Danza del Señor San Pedro”, “Jota de
Villahormes”, “El Fandango de Pendueles”, “Jota del Cuera”, “Jota de Cadavedo”,
“La Enredadera”, “Pericote Infantil”, y se cierra el Festival con el
“Pericote”, interpretado por los componentes del Bando.
Una vez finalizado se forma la
“Danza de San Joaquín”, que es una variedad de la Danza Prima. Se va danzado y
cantando hasta llegar de nuevo a la capilla. A los 8 días de la fiesta se
celebra la Octava, que es una misa en la Capilla por los difuntos del Bando.
Como dice la letra de uno de sus cantares cantares:
“olvida la amarga pena y alégrate, corazón, que viene la
Magdalena derramando a manos llenas, contento y animación”.
¡Viva la Magdalena!
¡Viva Llanes!
Información y fotografías extraídas de:
http://www.22dejulio.com
http://www.llanes.com
http://www.llanesalavista.com
http://www.elcomercio.es
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