Los Estudiantes devuelven la imagen del Cristo de la Sentencia a su sede, en una procesión seguida con expectación en una tarde inesperadamente calurosa
Elena FERNÁNDEZ-PELLO - 13.04.2015
Al compás de "La Saeta", el Señor de la Sentencia emprendió el camino por el casco antiguo, después de haber salido cargado por treinta costaleros de la capilla de la sede histórica de la Universidad de Oviedo, en la calle San Francisco. Ayer acababa la primera semana de Pascua y llegaba la hora de que una de las imágenes más populares de la Semana Santa ovetense volviera a la iglesia de San Francisco Javier, en el barrio de La Tenderina. Lo hizo bajo la mirada de muchos incondicionales y de algunos visitantes sorprendidos por la estampa procesional en una tarde de domingo especialmente soleada y cálida para esta época del año.
Durante más de cuatro horas los costaleros cargaron con el paso de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia sobre su séptima vértebra cervical, como manda la tradición importada de la Semana Santa andaluza. La de los Estudiantes es la única hermandad de Oviedo que carga sus imágenes de esa forma.
En cabeza desfilaron diez manolas, mujeres de la Hermandad de Los Estudiantes, tocadas con mantillas negras, aunque para este día no tenían por qué vestir de luto. Tras ellas iban algunos cofrades con los estandartes, los cirios y a continuación el paso, con la imagen del Cristo de la Sentencia con una túnica morada. Debajo, por una especie de ventanales en los faldones del paso por los que los costaleros pueden observar el camino que van siguiendo, la gente observaba sus caras de esfuerzo.
Entre el público, por los márgenes de la procesión, sus compañeros les seguían pendientes de darles el relevo cada hora, en camiseta y con el costal colocado, cubriéndoles la cabeza.
La procesión de ayer era breve en longitud: constaba de un sólo paso tras el que desfilaba la Agrupación Musical San Salvador, que hacía de cierre.
A lo largo del recorrido hubo aplausos y momentos emocionantes. El primero, al empezar: para salvar la altura del paso y hacerlo atravesar la puerta de la Universidad, los costaleros tuvieron que salir de rodillas. También necesitaron hacer maniobras especialmente dificultosas para librar el arco del Ayuntamiento y el del tránsito de San Bárbara. A lo largo del recorrido la procesión se va deteniendo delante de los conventos de monjas ante los que pasa -las Domésticas, las Paulas y las Pelayas-. dedicándoles un saludo: los costaleros giran para que la imagen quede frente a la casa de las religiosas y mientras permanece así éstas le dedican una oración.
Tras dejar el casco antiguo por la calle San Vicente, la procesión avanzó hacia el este de la ciudad, descendiendo por la cuesta de La Vega y siguiendo por la Tenderina hacia la avenida de Torrelavega, hasta acabar en la iglesia de San Francisco Javier de La Tenderina. La llegada estaba prevista para las nueve de la noche.
Al compás de "La Saeta", el Señor de la Sentencia emprendió el camino por el casco antiguo, después de haber salido cargado por treinta costaleros de la capilla de la sede histórica de la Universidad de Oviedo, en la calle San Francisco. Ayer acababa la primera semana de Pascua y llegaba la hora de que una de las imágenes más populares de la Semana Santa ovetense volviera a la iglesia de San Francisco Javier, en el barrio de La Tenderina. Lo hizo bajo la mirada de muchos incondicionales y de algunos visitantes sorprendidos por la estampa procesional en una tarde de domingo especialmente soleada y cálida para esta época del año.
Durante más de cuatro horas los costaleros cargaron con el paso de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia sobre su séptima vértebra cervical, como manda la tradición importada de la Semana Santa andaluza. La de los Estudiantes es la única hermandad de Oviedo que carga sus imágenes de esa forma.
En cabeza desfilaron diez manolas, mujeres de la Hermandad de Los Estudiantes, tocadas con mantillas negras, aunque para este día no tenían por qué vestir de luto. Tras ellas iban algunos cofrades con los estandartes, los cirios y a continuación el paso, con la imagen del Cristo de la Sentencia con una túnica morada. Debajo, por una especie de ventanales en los faldones del paso por los que los costaleros pueden observar el camino que van siguiendo, la gente observaba sus caras de esfuerzo.
Entre el público, por los márgenes de la procesión, sus compañeros les seguían pendientes de darles el relevo cada hora, en camiseta y con el costal colocado, cubriéndoles la cabeza.
La procesión de ayer era breve en longitud: constaba de un sólo paso tras el que desfilaba la Agrupación Musical San Salvador, que hacía de cierre.
A lo largo del recorrido hubo aplausos y momentos emocionantes. El primero, al empezar: para salvar la altura del paso y hacerlo atravesar la puerta de la Universidad, los costaleros tuvieron que salir de rodillas. También necesitaron hacer maniobras especialmente dificultosas para librar el arco del Ayuntamiento y el del tránsito de San Bárbara. A lo largo del recorrido la procesión se va deteniendo delante de los conventos de monjas ante los que pasa -las Domésticas, las Paulas y las Pelayas-. dedicándoles un saludo: los costaleros giran para que la imagen quede frente a la casa de las religiosas y mientras permanece así éstas le dedican una oración.
Tras dejar el casco antiguo por la calle San Vicente, la procesión avanzó hacia el este de la ciudad, descendiendo por la cuesta de La Vega y siguiendo por la Tenderina hacia la avenida de Torrelavega, hasta acabar en la iglesia de San Francisco Javier de La Tenderina. La llegada estaba prevista para las nueve de la noche.
FOTOGRAFÍAS: MIKI LÓPEZ
Diario LA NUEVA ESPAÑA:
http://www.lne.es/oviedo/2015/04/13/ultima-saeta-ano/1740464.html
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