Un día que Jesús se ponía ya en camino, uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante Él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia la vida eterna?». Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre». Él, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud». Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme».
Evangelio según San Marcos 10,17-21: "Ven y sígueme"
Video: Señor de la Sentencia de Oviedo. Ven y sígueme
(Octubre 2015)
El Prioste y Vestidor de la Hermandad y Cofradía de Los Estudiantes, D. Ígor Freijoo González, se ha inspirado en este precioso texto evangélico, para ataviar de forma simbólica a Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, en la llamada que Cristo hace para seguirlo. Esta imagen se encuentra en la Parroquia de San Francisco Javier, del barrio ovetense de La Tenderina, dónde fue bendecida solemnemente el 7 de marzo de 2010.
En los Santos Evangelios vemos que es el mismo Dios hecho hombre, quien elige e invita a algunos con un tan escueto como radical: «Ven y sígueme», como por el ejemplo es el caso de Pedro, y de ese modo asocia a quienes llama a su misma misión evangelizadora. En nuestros días también podemos seguirlo, en la manera de nuestras posibilidades, y mostrar la alegría del Evangelio a quienes las tinieblas no les deja ver la luz.
BAJO LA PROTECCIÓN DE MARÍA,
¡DIOS LO QUIERE!
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