La hermandad procesionará durante seis horas desde las cinco de la tarde
04.06.2016
Á. FIDALGO - La procesión extraordinaria del Cristo de la Misericordia, titular de la Hermandad de los Estudiantes, recorre hoy las calles de Oviedo durante seis horas, después de no haber podido hacerlo por la lluvia el pasado Domingo de Ramos. La Hermandad no quiso que el Cristo quedara todo el año en la iglesia de San Francisco Javier de La Tenderina, donde se venera, ya que este es el año jubilar de la misericordia.
La salida del Santísimo Cristo de la Misericordia, a las cinco de esta tarde, será a hombros de los legionarios con escolta de la Hermandad de los Estudiantes, que entonarán el "Novio de la muerte" y rezarán sus credos en la plaza de San Francisco Javier de La Tenderina.
Después, los costaleros sujetarán la cruz en el paso para dar inicio a la procesión, que subirá la Cuesta de la Vega a "paso de ordinaria". Es uno de los momentos más vistosos de la procesión, que congrega a cientos de ovetenses.
Al llegar arriba, saludo y homenaje a las Pelayas. Después harán lo mismo ante la Virgen de la Esperanza, en la capilla de la Balesquida, y poco después llegarán a la Catedral, donde el deán abrirá sus puertas al Santísimo Cristo de la Misericordia y rezará unas preces.
Minutos más tarde la procesión continuará hasta el Tránsito de Santa Bárbara, que los costaleros cruzarán de rodillas con el paso en una difícil y sufrida maniobra.
La procesión continuará por la Corrada del Obispo, para saludar a las religiosas de María Inmaculada en la puerta de su convento, y después a las de San Vicente Paúl.
Unos metros más abajo, a la puerta de la iglesia de Santa María La Real de la Corte, el paso de la Hermandad de los Estudiantes saludará a la Virgen de la Amargura, titular de la Hermandad del Silencio.
Sobre las diez y media la procesión extraordinaria del Santísimo Cristo de la Misericordia llegará a la plaza de la iglesia de San Francisco Javier, donde los costaleros procederán al desenclavo de la cruz del paso, que será entregada a los legionarios, que la introducirán a hombros en la iglesia.
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