Hace pocos días asistíamos al esperpéntico espectáculo de ver la capilla de la Universidad de Oviedo utilizada para realizar una representación de opereta picante y pornográfica. Algo más de tiempo, pero poco, hace que leíamos que los sectores más radicales de la Universidad ovetense obligaban en claustro a retirar el convenio de ésta con la Hermandad de los Estudiantes de Oviedo, en búsqueda de un laicismo rabioso. Ahora leemos en este diario que un grupo de estudiantes, que me temo que son los de siempre, pretenden la desacralización de la capilla histórica para dedicar el “inmueble” a otros fines, ya que “está muy bien situado”.
Una vez más, la mayoría silenciosa, que nos preocupamos de trabajar y de mantener nuestra sociedad, de ayudar lo que se pueda, de convivir en paz con otras personas, callaremos y otorgaremos ante estas injusticias. Volvemos a ser provocados e insultados y no reaccionamos, ni reaccionaremos. Nos enseñaron a poner la otra mejilla, a “no montar follón”, al sacrificio callado. Y así nos va. Ya está bien.
Como esto siga así, en breve asistiremos a la quema de libros y bienes culturales como ya pregonan algunos sectores, “como en el 34”, cuando el levantamiento en golpe de estado contra la República establecida provocó que en los disturbios se redujeran a cenizas bienes culturales y religiosos irremplazables “por cristianos y por carcas”.
Pues resulta que no aprendemos de nuestros errores. Otra vez los mismos, por similares motivos y por los mismos odios radicales y reaccionarios. Vuelta la burra al trigo y vuelta el perico al torno.
¿Dónde están los colectivos de estudiantes cristianos? ¿Dónde están los profesores creyentes? ¿Dónde estamos los cristianos? Estamos acostumbrados a callarnos por no montar lío y, repito, así nos va. Nos pisan, nos hieren en nuestras creencias y tradiciones, abusan una vez y otra de nosotros y nos mantenemos callados. Nuestro silencio es culpable.
Esta “pseudoizquierda” radical que se ha puesto de moda en algunos sectores sólo busca el follón y el enfrentamiento. A río revuelto... Resulta que el Ayuntamiento de Oviedo ahora también retoma el asunto aquel de perseguir la simbología cristiana en Oviedo... pero eso es otro tema. Callaremos también una vez más.
La capilla de la Universidad de Oviedo representa los valores sobre los que fue fundada en 1608 por legado del Sr. arzobispo D. Fernando Valdés Salas. La Universidad debe avanzar con los tiempos, sí, evidente, pero sin olvidar sus cimientos. Ya no se enseñan solamente Derecho, Medicina y Teología, ni Gramática, Retórica o Lógica. La Universidad sabe progresar y debe ser universal, nunca radical o sectaria.
La propia Constitución española nos garantiza la libertad religiosa. ¿Por qué nos persiguen siempre a los mismos? Saquemos conclusiones y aprendamos. Estamos a tiempo.
Cartas de los lectores
2 de Mayo del 2018 - Manuel José Álvarez Gutiérrez (Oviedo)
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