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lunes, 1 de diciembre de 2025

Navidad 2025: ¿Cuándo se monta el Portal de Belén?


El portal de Belén se monta tradicionalmente el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, y se conserva hasta el 2 de febrero, cuando se celebra la Presentación del Señor en el Templo. Es tradicional en algunos lugares que la imagen del Niño Jesús se coloque en el pesebre a las 00.00 horas del 25 de diciembre, coincidiendo con el comienzo del Día de Navidad, en el que se celebra el Nacimiento del Redentor.


El Portal de Belén, también conocido como Nacimiento, Pesebre o simplemente Belén, es una representación figurativa del nacimiento de Jesucristo en Belén, que constituye una de las tradiciones navideñas más arraigadas y pedagógicas dentro del Catolicismo. Su origen se remonta al año 1223, cuando San Francisco de Asís, buscando hacer tangible y cercano el misterio de la Encarnación, recreó la escena con personas y animales reales en la localidad italiana de Greccio. Este hecho, aprobado por el Papa Honorio III, transformó una devoción teológica en una vivencia popular, permitiendo a los fieles, muchos de ellos iletrados en la época, "ver" y meditar el humilde contexto del advenimiento del Hijo de Dios. La tradición se expandió rápidamente por Europa, primero en iglesias y conventos, y luego en los hogares, convirtiéndose en un elemento central de la espiritualidad del Adviento y la Navidad.


Más allá de su valor artístico y folclórico, el Belén posee un profundo significado teológico y catequético. Cada figura y elemento escenográfico es simbólico: la Virgen María y San José representan la aceptación fiel del plan divino; el Niño Dios en un pesebre encarna la kenosis o despojamiento divino, la pobreza y la humildad radical de Dios al hacerse hombre; el buey y la mula, animales presentes en el establo, aluden a las profecías de Isaías ("el buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su señor"); y los pastores y los Reyes Magos simbolizan la llamada universal a la salvación, para judíos y gentiles por igual. Montar el Belén en familia, a menudo añadiendo figuras progresivamente durante el Adviento, se convierte en un acto de oración y una lección visual sobre el núcleo de la fe cristiana: el Dios que se hace Emmanuel, "Dios-con-nosotros", en la sencillez más absoluta.


La práctica de instalar el Portal de Belén trasciende lo doméstico y se manifiesta en el espacio público, siendo promovida activamente por la Iglesia y muchas instituciones civiles católicas. En plazas, iglesias y edificios oficiales de numerosos países, los belenes monumentales se convierten en un testimonio cultural y evangelizador para toda la sociedad. Papas como San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco han destacado reiteradamente su valor, subrayando que el Belén es un "evangelio doméstico" que habla de amor, pobreza y esperanza. Así, esta tradición centenaria, que fusiona devoción, arte y enseñanza, sigue siendo un puente poderoso entre el misterio divino y el corazón de los creyentes, invitando a contemplar el asombroso mensaje de la Navidad cristiana.


Imagen: Postal de Juan Ferrándiz

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