Javíer Ortín/24-4-2003
Acaba de celebrarse la Semana Santa con la consiguiente movilización de gentes y pueblos hispánicos en torno a las procesiones pasionarias. Una mirada lingüística a la terminología procesionista nos descubre un rico vocabulario, sólo en parte reconocido en el DRAE o Diccionario de la Real Academia Española.
San Juan Evangelista de la Cofradía California de Cartagena (Fuente: La Opinión de Murcia) |
Para las personas que portean un trono, contamos con nueve términos específicos, no del todo sinónimos. Repasémoslos. Sea el primero, el vocablo carguero, extendido por Hispanoamérica, acepción ausente del DRAE. Viene luego andero, voz que el DRAE supone la general castellana. Tenemos después el sevillano costalero, recogido como andalucismo en el DRAE, y descrito con más precisión por el Vocabulario Andaluz: 'los que llevan los pasos de las imágenes, con un costal algo relleno que se colocan en la cabeza y les cae por la espalda'. Propio de Córdoba es santero, 'individuo que lleva las imágenes en Semana Santa', acepción no registrada en el DRAE. Privativo de Zaragoza es el pianero (de piana, peana) 'porteador en los pasos de Semana Santa', voz que falta en el DRAE. Son exclusivos de Jaén y Granada guizquero y horquillero, respectivamente, desconocidos en el DRAE, pero insertos en el Vocabulario Andaluz. También admite horquillero, como regionalismo, el Diccionario del Español Actual (1999). El vocablo horquillero se documenta ya en 1675, en las Constituciones de la Hermandad de San Francisco de Asís, de Granada, donde aparece varias veces. Añadamos el cuadrillero de Orihuela (Alicante), nombre del que porta el paso.
Tocante al léxico de Murcia, en varias comarcas se emplea el general andero (Jumilla, NOMu y otras). Pero, hay dos términos, estante y portapasos, exclusivos, respectivamente, de las ciudades de Murcia y de Cartagena, ambas con una brillante tradición de procesiones de Semana Santa. El primero, lo admite el DRAE, con la marca diatópica de Murc. En cuanto a portapasos, no incluido en el DRAE, su único asiento lexicográfico se halla en el pintoresco Diccionario Icue del cartagenero Botella Serrano, que lo identifica erróneamente con costalero. A diferencia del estante murciano y del portapasos cartagenero, el costalero andaluz alza el trono con sus hombros. Aquí, en cambio, los pasos se llevan, no a hombros, sino al hombro, o sea, con un hombro bajo el varal. Si la académica Carmen Conde apadrinó las voces trovero y trovo, el neoacadémico Pérez-Reverte debería patrocinar la entrada en el DRAE de un genuino cartagenerismo, el neologismo portapasos, diáfano y unívoco, evocador de las marciales procesiones de Cartagena.
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