Feli Rodríguez, trianera, lleva 35 años viviendo en Oviedo. Ayer fue, escéptica, hasta la plaza del Ayuntamiento para ver el ensayo. «No van a saber llevar nuestro andar, pensé, y la verdad es que lo hacen muy bien», comenta.
Se entusiasmó tanto que el capataz Antonio Capellán la invitó a dar una orden de levantá. Entre el público la doctora Belén Quesada, que sale en la procesión, y su hijo Daniel Moro, médico, reservista voluntario y costalero que con muletas sigue el ensayo. Está recién operado de menisco. «El año pasado tuve el privilegio de llevar el paso. Es algo inefable». Carlos García, entrenador del costalero-levantador de pesas, también sigue la prueba.
«¡Por la casta que tenéis!, ¡venga, hermanos!». Las voces de ánimo se mezclan con jaculatorias. Los costaleros suben a pulso el trono y una ovación los recompensa. Después dan los pasos trianeros, adelante y atrás pero siempre progresando. Una grabación musical les acompaña: «¡Oh, la saeta, el cantar al Cristo de los gitanos...!». Iván, trompeta de la banda de la hermandad, ayuda direccionando el paso y entre los costaleros Tomás reproduce las órdenes. «¡Viva Asturias! ¡Vivan las madres de los costaleros!». Antonio Santiago, capataz de la Macarena, da instrucciones. Ensayan también de rodillas cómo tendrán que hacer para pasar bajo el arco del tránsito de Santa Bárbara. Hoy salen para Sevilla para seguir aprendiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario