Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, sagrado titular de la Hermandad y Cofradía de Los Estudiantes de Oviedo, fue ataviado en la tiempo litúrgico de Cuaresma, por el Prioste y Vestidor de la Hermandad de La Tenderina, D. Ígor Freijoó González, siguiendo los relatos evangélicos de la coronación de espinas.
"Le ciñeron una corona de espinas entretejidas, y comenzaron a saludarle: «Salve, Rey de los Judíos». Y golpeaban su cabeza con una caña, le escupían y, doblando las rodillas, le adoraban". (San Marcos 15, 17-20).
"Los hombres que le tenían preso se burlaban de él y le golpeaban; y cubriéndole con un velo le preguntaban: «¡Adivina! ¿Quién es el que te ha pegado?». Y le insultaban diciéndole otras muchas cosas".(San Lucas 22, 63-65).
"Entonces, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, se lo entregó para que fuera crucificado. Los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la cohorte. Le desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura; y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: «¡Salve, rey de los judíos!»; y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza" (San Mateo 27, 26-30).
"Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le vistieron un manto de púrpura; y, acercándose a él, le decían: «Salve, rey de los judíos». Y le daban bofetadas. (San Juan 19, 2-3).
Desde la antigüedad se ha llamado Rey a Jesucristo, en sentido metafórico, en razón al supremo grado de excelencia que posee y que le encumbra entre todas las cosas creadas. Ahora bien, que Cristo es Rey lo confirman muchos pasajes de las Sagradas Escrituras y del Nuevo Testamento. Esta doctrina fue seguida por la Iglesia –reino de Cristo sobre la tierra- con el propósito celebrar y glorificar durante el ciclo anual de la liturgia, a su autor y fundador como a soberano Señor y Rey de los reyes.
Por otro lado, D. Ígor Freijoó contó con la inestimable ayuda de la Camarera del Señor de la Sentencia, Dª. Mónica García de la Noceda, quien ayuda al Prioste en las labores de vestir al sagrado titular de Los Estudiantes. Para esta ocasión, además, Nuestro Padre Jesús de la Sentencia lució especialmente una capa pluvial prestada por el sacerdote y gran promotor de la Semana Santa, D. Luis José Fernández Candanedo, queriéndose destacar también la figura de "Cristo Sacerdote", y es que el Catecismo de la Iglesia Católica dice: Cristo, sumo sacerdote y único mediador, ha hecho de la Iglesia “un Reino de sacerdotes para su Dios y Padre” (Ap 1,6; cf. Ap 5,9-10; 1 P 2,5.9). Toda la comunidad de los creyentes es, como tal, sacerdotal. Los fieles ejercen su sacerdocio bautismal a través de su participación, cada uno según su vocación propia, en la misión de Cristo, Sacerdote, Profeta y Rey. Por los sacramentos del Bautismo y de la Confirmación los fieles son “consagrados para ser […] un sacerdocio santo.
No debemos olvidar que un sacerdote media entre Dios y los hombres, y que Cristo es el verdadero puente. Desde su venida en adelante, el sacerdocio es una participación del sacerdocio de Jesús. En palabras del papa Francisco: "Al configurarlos con Cristo, sumo y eterno Sacerdote, y unirlos al sacerdocio de los Obispos, la Ordenación los convertirá en verdaderos sacerdotes del Nuevo Testamento para anunciar el Evangelio, apacentar al Pueblo de Dios y celebrar el culto divino, principalmente en el sacrificio del Señor". Cristo es Sumo Sacerdote porque es el Único Mediador entre Dios y los hombres. Los sacerdotes son ministros de este Único Sacerdocio.
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