Los chiringuitos cerraron ayer de madrugada con un éxito de clientela que garantiza el futuro de esta fórmula mateína
En primera fila, por la izquierda, los niños Carmen Fernández-Mijares, Claudia, Martín y Mateo Ruiz y Covadonga Artime. En segunda fila, por la izquierda, José Ruiz, Jimena Artime, Macarena Riu y Cristóbal Fernández-Mijares. Detrás de la barra, por la izquierda, Jorge Fonseca, con gorra; Miguel Ángel Campos, Tino Rodríguez, Pablo de la Cal y Manolo Carrera, en el chiringuito de los Estudiantes.
26.09.2016 - Ángel FIDALGO
Los chiringuitos de San Mateo cerraron anoche hasta el año que viene, después de vivir "con gran afluencia de público" predispuesto a divertirse los días intensos de las fiestas de la ciudad. Los miles de incondicionales de esta fórmula ayudaron a que fueran todo un éxito.
La caseta de las peñas azules despidió San Mateo como soñaba, con el triunfo del Oviedo ayer en Cádiz. Un gran número de seguidores del equipo se dio cita en el recinto mateíno para ver el partido y luego cantar el himno a todo volumen.
Edelmira Riestra, más conocida como "La Miche", es sin duda la veterana de este chiringuito. Sus 70 años los lleva con una actividad envidiable. Después de celebrar el triunfo del Oviedo daba saltos de contenta, igual que todos los aficionados que apuraban las últimas cervezas antes de ir a comer.
"Menos mal que para terminar estas fiestas nos trajeron un triunfo y, además, en Cádiz", comentaba con una sonrisa pícara de buena oviedista. "Si hubiéramos sabido esto el día que nos visitaron los jugadores hubiera sido una fiesta tremenda, ja, ja, ja...". ¿Y la caja? "De todo, pero yo cambié muchos billetes de cincuenta, que es muy buena señal. Esto parece que se empieza a animar".
En el chiringuito de la Hermandad de los Estudiantes, gestionado en colaboración con la Asociación de Festejos de Villaperi, Jorge Fonseca, "Moro", comentaba con nostalgia que a las doce de la noche de ayer sería el último momento para cantar, por este año y como ya es tradición allí, la salve rociera con las luces apagadas. ¿El balance? "Muy bueno; volaban las cervezas, los mojitos y los bocadillos de carne guisada, nuestra especialidad; parece que la gente tiene más alegría en la cartera", decía.
En Pinón Folixa, José Francisco Álvarez celebró que la gente siga aceptando el sistema de los chiringuitos. "Tuvimos la suerte del buen tiempo, y aunque hubo muchísima gente se sigue notando que todavía no salieron de la dichosa crisis", dijo reivindicativo y con un discurso contrario a los anteriores.
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