El templo costará 600.000 euros, se levantará sobre el actual, contará con otra distribución y cambiará su acceso a la calle Alonso de Proaza
Ángel Fidalgo 29.03.2017
Tras medio siglo de espera el Arzobispado da por fin vía libre a la reforma integral de la iglesia parroquial de San Francisco Javier de la Tenderina, que fue construida de forma improvisada en un local destinado a ser salón parroquial y cine del barrio en el año 1959.
La noticia corrió ayer como la pólvora por todo el barrio, que pronto se convirtió en una fiesta. El sacerdote, Alberto Reigada, que desde hace catorce años está al frente de esta parroquia, sólo acertaba a dar gracias a Dios.
Con un presupuesto de unos 600.000 euros, de los que la parroquia aportará más de 100.000 gracias a un ahorro esmerado y a las iniciativas que puso en marcha para recaudar fondos, las obras comenzarán previsiblemente en el próximo mes de mayo, si el Ayuntamiento no se retrasa en la concesión de la correspondiente licencia de obras.
En el año 1983 se pretendió hacer un proyecto muy ambicioso para construir una nueva iglesia, pero el coste se iba hasta los 1,2 millones de euros. Naturalmente no fraguó por falta de recursos económicos. El actual es más real y acorde con los tiempos.
El autor del proyecto de lo que se puede calificar nueva iglesia, es el arquitecto Antonio Toribio, que le dará al templo mayor anchura, ganando terrenos al actual jardín que se encuentra a la izquierda de la entrada actual de la iglesia, que tendrá el altar orientado al amanecer. Ahora está al norte.
Además, el ábside del templo actual se trata como una capilla que puede incorporarse a la nueva nave principal si fuera necesario. También cambia la entrada, que pasará a estar situada en la fachada izquierda de la puerta actual. Es decir, el acceso será por la calle Alonso de Proaza, perpendicular a la Avenida de Torrelavega.
El coro sobre esta nueva capilla se incorpora también a la iglesia, y se adosa al núcleo de comunicaciones la nueva sacristía que permite el paso procesional hacia el altar; algo de vital importancia por los actos cofrades que organiza la Hermandad de Los Estudiantes, que tiene su sede canónica en esta iglesia parroquial.
En la actual escalera por la que se accede a las dependencias superiores, se pondrá también un ascensor, y todo este conjunto irá en el interior de lo que será la nueva torre parroquial, que estará coronada por una gran cruz.
Otra de las novedades es el columbario que se construirá en el sótano, que es una demanda de los feligreses que ya cuenta con unas setenta solicitudes.
"Cuando en el año 2002 el Arzobispo Carlos Osoro me nombró párroco de San Francisco Javier de la Tenderina me dijo que tenía que ir para construir, porque se había quedado pequeña y obsoleta; y con esa ilusión llegué", comentaba ayer a este periódico, rebosante de alegría Alberto Reigada, un cura que con su cercanía y mensaje directo no tardó mucho en ganarse a esta parroquia.
"Y empecé construyendo la casa humana, que es la que me habían encomendado; y con proyectos como potenciar Cáritas, logramos entre todos convertir una parroquia que antes era pequeña en una que ya es muy grande, y doy gracias a Dios".
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